La empresa -que apeló sin éxito la medida cautelar que la Justicia dictó en diciembre- tiene que suprimir los contenidos que difaman a la líder del Partido Verde. En Alemania y en el Reino Unido se analizan multas millonarias para las firmas que difudan “ideas de odio”
La Justicia austríaca dictaminó que Facebook debe borrar los mensajes considerados “discursos difamatorios”.
La causa se abrió el año pasado, cuando el Partido Verde (PV) argumentó que su líder, Eva Glawischnig, había recibido insultos desde una cuenta falsa de la red. Un tribunal de Viena concedió una cautelar en diciembre y dictaminó que la compañía debía eliminarlos.
Facebook interpuso una apelación pero el juez reforzó la medida original y la intimó para que suprima tanto el mensaje atacado como cualquier réplica discriminatoria en contra de la líder del PV, dentro de Austria o en el extranjero. Al conocerse el decisorio, Dieter Brosz, parlamentario del PV, declaró que “Facebook debe cargar con la acusación de ser la plataforma para el odio más grande del mundo”. También aseguró que la firma no hace nada para evitar la difusión de contenidos difamatorios.
El mes pasado, el Poder Legislativo de Alemania votó a favor de una propuesta de ley que busca multar con hasta 55 millones de dólares a las empresas que no eliminen los “discursos de odio” de sus plataformas en 24 horas desde que se verifica la queja por “contenido obviamente criminal”.
En tanto, en el Reino Unido algunos diputados le pidieron al gobierno que considere un enfoque similar para moderar el tono de los mensajes que circulan en las redes.
La identidad de la marca está en medio de una grave crisis de identidad ante la llegada de otras propuestas como Instagram y Snapchat que, hasta ahora, se mantienen al margen de la polémica que agobia a la multinacional bajo el mando de Zuckerberg.
La campaña presidencial de Estados Unidos sirvió para consagrar a Facebook como un nuevo espacio para el debate político.
Los usuarios de ese país y del mundo la utilizaron como un foro para manifestar sus preferencias políticas ante su grupo de “amigos” virtuales, compartiendo en el proceso distintas noticias que iban apareciendo en sus biografías, muchas de las cuales terminaron siendo completamente falsas, producidas con la intención de generar determinada reacción entre los votantes.
La plataforma que nació como un medio para mantener un contacto con amigos y familiares en un entorno apto para todo público está generando desafíos; en especial, en lo relacionado con su rol dentro de la sociedad moderna y con los potenciales efectos negativos de los contenidos que suben los usuarios.
Facebook asegura que cuenta con un equipo compuesto por cientos de moderadores que trabajan a tiempo completo para poder filtrar los contenidos maliciosos, pero los críticos aseguran que hoy día depende de más de las denuncias de los usuarios que de la eficacia de sus empleados.
Los expertos aseguran que es un problema sin una solución concreta, al menos de momento, dado que una asombrosa cantidad “mensajes de odio” inunda las redes a diario y los algoritmos y mecanismos basados en supuesta inteligencia artificial no han podido frenar tal situación.
Mark Zuckerberg
– Facebook viene enfrentado acusaciones por ignorar las quejas sobre contenido extremista e imágenes de abuso infantil compartidas en su plataforma.
– La semana pasada, la compañía fundada por Mark Zuckerberg anunció que aumentará la plantilla del equipo que modera los contendios. Se estima que 3.000 personas se sumarán a las 5.000 que ya trabajan en ello.