Una de cada tres franquicias argentinas abrió en el exterior

Casi 35 por ciento de las marcas exportó sus conceptos, lo que significa que uno de cada tres franquiciantes ya tiene mercados abiertos en el exterior, según indica el último informe difundido por la Asociación Argentina de Marcas y Franquicias (AAMF).
Grido llegó a Chile en 2006. Después, “saltó” a Uruguay y más recientemente a Paraguay. El segundo en el ranking en cantidad de aperturas en el extranjero es Havanna, que totaliza 81 puntos de venta, según señala el informe del Estudio Canudas.
Detrás se ubican Kevingston, con 72 locales, Freddo con 63, Legacy con 52, La Martina con 50, la escuela de cocina IGA con 45, para Mimo y Co 44, para Rapsodia 35  y 32 de Colorshop.
De este modo, entre las 10 marcas más exportadoras, cinco son del rubro indumentaria, tres son heladerías y las dos restantes son servicios especializados: IGA (escuela de cocinas) y Colorshop (pinturería).
En sentido contrario, no se esperan llegadas al país de marcas extranjeras. En un reciente evento, denominado “Forum de franquicias extranjeras en la Argentina”, se presentaron algunos casos de franquicias internacionales ya establecidas, como ReMax – con 10 años-, Le Pain Quotidien, con cuatro y BNI con uno.
Un estudio indica que se analiza la posibilidad de traer varias marcas para expandirlas en el ámbito local.  Del total, 37 por ciento es de Estados Unidos; 19 por ciento es español; 17 por ciento europeo; 13 por ciento brasileño y 11 por ciento de otros países de la región. “En general hay un gran deseo de ingresar marcas a la Argentina, pero todavía hay muchas trabas”, dijo un especialista en el mercado del franchising.
Jorge Bliman, director de la consultora Franchising Advisors, señala que existen dificultades para ingresar en el mercado local pero que algunas alcanzaron éxito, como Subway y Starbucks.
Por otro lado, se subraya que la tasa de supervivencia que logra una franquicia en Argentina es muy baja en comparación con los mercados internacionales. “En el país, el nivel roza 65 por ciento, mientras que en países desarrollados es de 90 por ciento”, comentó el ejecutivo.