ESCUCHAREl ministro de Agroindustria dijo que buscan cuidar el bolsillo de los consumidores. Los productores están de acuerdo y creen que así será menor el tiempo de retención de vientres para aumentar la producción.
Argentina importará carne vacuna proveniente de Uruguay si se confirma que los productores locales no están en condiciones de abastecer el mercado interno de manera tal que sea factible una baja en los precios, según lo adelantó ayer el ministro de Agroindustria, Ricardo Buryaile.
El funcionario dijo que la “decisión está tomada”, aunque aclaró que la medida por ahora no entrará en vigencia, a la espera de que los productores ganaderos argentinos comercialicen la cabezas suficientes para abastecer las góndolas y generar una rebaja.
El anuncio, lejos de ser una amenaza para el sector agropecuario, hace referencia a una sugerencia hecha por un productor pecuario días atás al jefe de Gabinete del Ministerio de Agroindustria.
Según aseguró a Comercio y Justicia Miguel Schiariti, director de la Camara de la Industria y Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina (Ciccra), esa entidad está de acuerdo con la medida.
“Nos parece perfecto. Incluso estamos pensando en la posibilidad de importar hembras para incrementar la producción y que el período de retención de vientres sea más corto”, indicó el dirigente, al asegurar que la idea fue una propuesta que le hizo un productor al propio Gobierno.
Asimismo, Schiariti admitió que la importación de carne de Uruguay “se hace de manera habitual”.
Si bien reconoció que no es un gran volumen sino alrededor de 200 toneladas por año, “se importan los cortes denominados parrilleros -matambre, vacío y costilla- que habitualmente quedan en la Mesopotamia”, dijo.
En ese sentido, indicó que, al estar los canales ya establecidos y funcionando, la operatoria “puede hacerse en cualquier momento”.
Retención vs. góndolas
Buryaile reconoció que la promesa electoral de Cambiemos sobre la liberación de la exportación de carne y la quita total de retenciones a ese sector de la economía causó que los productores retuvieran la producción con el objeto de hacer más kilos y que la baja en el nivel de oferta subiera los precios.
“Los productores decidieron retener el ganado para engordarlo. El mercado interno requiere un animal de entre 300 y 330 kilos y la demanda internacional pide unos 100 kilos más (cerca de 400 kilos)”, explicó.
Y reconoció que “al haber una retracción de este tipo (en la oferta de ganado), los precios subieron” y afectaron a los consumidores, por lo que se tomarán medida al respecto.
“Vamos a combatir esa suba y si es necesario, vamos a importar carne. La decisión está”, dijo el funcionario.
Respecto de los precios, Schiariti vaticinó que en la primera quincena de enero va a haber una baja. “En diciembre siempre suben los precios porque los ganaderos cierran ejercicio y no quieren pasarse, entonces venden menos. Pero en enero se vuelve a la normalidad y con eso se va a dar una caída en los precios que llegará a la carnicería del barrio”, dijo.
Respecto a la contracción, aseveró que del 27% que aumentó en los últimos días, bajará a 12%.”El kilo de asado quedará en el orden de 120 pesos”, adelantó.
