ESCUCHARSe presentaron los lineamientos para mejorar la capacitación de los trabajadores de salud mental en todo el país. Contienen recomendaciones para las carreras de Medicina, Enfermería, Trabajo Social, Psicología y Derecho.
Por Luz Saint Phat – [email protected]
Como parte de la implementación de la ley N° 26657 y del Plan Nacional de Salud Mental 2014-2018, y después de un proceso de trabajo colectivo del que participaron más de 100 delegados de universidades públicas y privadas de todo el país, entidades profesionales, organismos nacionales y provinciales y organizaciones de usuarios de servicios de salud mental, la Dirección Nacional de Salud Mental y Adicciones, la Comisión Nacional Interministerial en Políticas de Salud Mental y Adicciones (Conisma) y la Secretaría de Políticas Universitarias presentaron los Lineamientos para la Mejora de la Formación de Profesionales en Salud Mental.
La iniciativa es un insumo para que los distintos actores universitarios (cuerpo docente, centros de estudiantes, no docentes y autoridades) trabajen sobre los programas de enseñanza, generen espacios de intercambio y construyan nuevas propuestas institucionales que enriquezcan la formación de los futuros profesionales.
Además, el documento contiene propuestas de aprendizaje que pueden ser implementadas a lo largo del trayecto formativo transversalmente en las distintas ofertas académicas destinadas a la formación.
En una primera etapa, la propuesta abarca la formación destinada a los estudiantes de las carreras de Medicina, Psicología, Trabajo Social y Enfermería. Además, el documento incorpora sugerencias para la carrera de Derecho, a raíz de la relevancia que ésta adquirió por la articulación salud mental / justicia.
“La transformación en la formación de los profesionales con implicancia en la salud mental está en línea con las políticas y el camino que lleva adelante desde 2003 el Estado argentino.
El objetivo no es otro que seguir promoviendo derechos -y no vulnerarlos como sucedía en el pasado-, avanzar en el fortalecimiento de la integración de la sociedad y no de su fragmentación, construir más inclusión y dejar atrás definitivamente la exclusión”, dijo la directora nacional de Salud Mental y Adicciones, Matilde Massa, en la presentación de los lineamientos realizada semanas atrás. Entre el centenar de unidades académicas que participaron de la redacción de aquéllos, se encuentra la Universidad Nacional de Córdoba (UNC).
Puntos principales
Según especifica el documento difundido en Internet, los lineamientos fueron estructurados en cuatro ejes de trabajo, que a su vez contienen recomendaciones, metas y experiencias de aprendizajes.
Las primeras recomendaciones están relacionadas con un enfoque de derechos humanos. Desde esta mirada y respecto de las normativas vigentes, el texto sugiere una educación terciaria y una superior orientadas a comprender que el ejercicio de la profesión se encuentra regulado por las normativas que componen los sistemas internacional y nacional de derechos humanos.
Además, se invita a los estudiantes y a los profesores a revisar las conceptualizaciones y representaciones sociales sobre salud mental empleadas en la formación; su origen, fundamentos, aplicación y significaciones asociadas para que resulten acordes con las convenciones internacionales de referencia.
En este punto, también se indica la necesidad de reconocer y garantizar el ejercicio de la capacidad jurídica de las personas con discapacidad o padecimiento mental, y exhorta a incorporar en los programas educativos la perspectiva de género de manera transversal.
Un segundo eje está vinculado con la inclusión social. En este punto, las sugerencias apuntan a comprender que las prácticas de salud deben basarse en el respeto a la diversidad cultural, a incorporar capacitaciones en problemáticas específicas que presentan los colectivos sociales, a avanzar en la implementación de dispositivos sustitutivos de los hospitales monovalentes y a investigar y estudiar lo referente a la salud mental en la población de adultos mayores.
Interculturalidad y salud pública
Por otro lado, el tercer eje de las recomendaciones indica la necesidad de estudios y prácticas de trabajo interdisciplinario que habiliten proyectos conjuntos entre distintas unidades académicas del país.
También propone desarrollar y promover la formación en los principios de la intersectorialidad, mediante el conocimiento de distintas herramientas que el Estado y la sociedad civil emplean en los procesos de gestión y el fortalecimiento de las redes comunitarias.
Respecto de la relación entre salud y justicia, el documento destaca la necesidad de fortalecer el conocimiento de los marcos normativos, estructura institucional, procedimientos y actores que vinculan la administración de justicia con el sistema de salud mental.
Además, este eje promueve el estudio de pautas de tratamiento en los medios de comunicación. En tanto, también se sugiere la revisión de los procesos de patologización y uso inapropiado de medicamentos.
Por último, bajo el eje salud pública, se fomenta una formación que tenga en cuenta el fortalecimiento curricular de la salud mental desde una perspectiva de salud integral, brindando herramientas para un trabajo que integre promoción, prevención y asistencia, mediante dispositivos clínicos y comunitarios.
Además, se promueve el conocimiento de herramientas actualizadas de gestión -nacionales y locales- que orienten la implementación de las políticas públicas y posibiliten la reflexión y sistematización de las prácticas profesionales e institucionales en las distintas jurisdicciones.
En tanto, también se invita a los docentes a visibilizar junto a los estudiantes los diferentes enfoques epidemiológicos, problematizando categorías y variables sobre procesos de salud–enfermedad–atención-cuidado, entre otras recomendaciones.
