La letrada rubricó, usando el sello de su progenitor, un escrito en el que se desistía de una acción. Se defendió aduciendo que aquél -también profesional- tenía demasiados juicios en marcha y no tenía tiempo de hacer en persona el trámite.
El resto del contenido sólo es accesible para usuarios suscriptos al diario. Si estás suscripto, iniciá sesión con tu usuario/e-mail y tu contraseña.
O podés enviar una solicitud de suscripción desde aquí.