El comisario retirado está acusado de ordenar detenciones arbitrarias. La Cámara Sexta fijó una hora como tiempo máximo para que las partes aleguen.
El juicio que se sustancia contra el comisario retirado Pablo Márquez ingresó a la recta final y puede concluir pasado mañana, según lo resolvió ayer la Cámara Sexta del Crimen de la ciudad de Córdoba.
En la última audiencia antes de los alegatos, el tribunal presidido por el juez Julio Guerrero Marín estableció que las partes tendrán un lapso máximo de una hora para alegar, lo que fue duramente cuestionado por el nuevo defensor del policía, Justiniano Martínez.
El abogado también realizó un pedido de nuevas pruebas, lo que fue rechazado categóricamente por el tribunal.
El exjefe del Comando de Acción Preventiva (CAP) 8 tendrá la oportunidad el jueves de la última palabra, antes del veredicto que estará en manos de los jueces técnicos y de los jurados populares.
Como se sabe, Márquez está acusado de haber ordenado detenciones arbitrarias con el objetivo de engrosar estadísticas que se contrapusieran a los hechos delictivos negativos que ocurrían en el sector. Se le imputan los supuestos delitos de abuso de autoridad agravada -que prevé una pena de un mes a dos años de prisión- y coacción reiterada -pena de 2 a 4 años-.
El funcionario había sido denunciado en tres ocasiones por sus subordinados, quienes aseguraron que el comisario -que en ese momento era titular del CAP del Distrito Ocho de barrio Panamericano- los obligaba a realizar detenciones hubiera o no hubiera contravenciones. Para ello se utilizaban figuras del Código de Faltas, como el merodeo o el escándalo en la vía pública.
El caso llegó a debate luego de que fue elevado a juicio a mediados de 2013 y ratificado por la Cámara de Acusación a principios de este año. El fiscal Pablo Molina ya había pedido dos veces la elevación a juicio pero el juez Carlos Lezcano había remitido la causa al Ministerio Público para que profundizara la investigación.