El gerente de la Cámara de Importadores, Miguel Ponce, advirtió de que el país debe 5.500 millones de dólares por compras al exterior que ya fueron concretadas y se quejó por el “endurecimiento” de las trabas aduaneras.
Consideró que era “muy distinta” la forma en la que trabajaba el exsecretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, con US$55.000 millones del Banco Central “a sus espaldas”, en relación con la que tiene ahora el actual secretario, Augusto Costa, y la subsecretaria, Paula Español.
Precisó que de los US$28.279 millones que reporta el Banco Central como reservas internacionales, en realidad son “poco más de 22.000 millones” porque unos 5.500 millones corresponden a “importaciones ya efectuadas y todavía adeudadas”.
El dirigente también denunció que existe faltante de productos e insumos en sectores sensibles, como el de la salud, y otros clave para la actividad económica, como la producción agropecuaria y la industrial.
Sobre ese escenario, sostuvo que los importadores apoyan la creación de la Unidad de Seguimiento y Trazabilidad de las Operaciones de Comercio Exterior anunciada, en tanto no se convierta en “una traba más”. “Nosotros obviamente aceptamos todo tipo de entrega de documentos pero esperemos que esto (por la creación del organismo) no se transforme en una traba más”, dijo Ponce.
Recordó que desde julio, “cuando recrudeció la crisis de la deuda externa por el default selectivo” declarado sobre Argentina, comenzaron a “crecer las dificultades” porque el país dejó de tener financiamiento internacional y el saldo de la balanza comercial “quedó como única fuente de ingreso genuino”.
“Desde allí ha empezado un endurecimiento (de las restricciones para importar) que inclusive se manifestó ayer en el lanzamiento de un nuevo decreto en el Boletín Oficial que debe tener que ver con lo ocurrido en el último tiempo (la falta de dólares)”, aseveró Ponce.
Y explicó que la decisión oficial de controlar los pagos se debe a que “no están los dólares suficientes para que la actividad productiva y comercial interna y externa (por las exportaciones) puedan seguir con normalidad”. Y consideró la situación como “gravosa y delicada”, y que va “variando permanentemente de acuerdo con el grado de visibilidad que logra cada caso”.