Las expectativas de los argentinos en cuanto al impacto de la crisis económica global en el país no son las mejores. El 71% de los consultados en un sondeo de TNS Gallup piensa que la Argentina entrará en recesión como resultado del parate global.
Una proporción similar, el 69%, piensa que la recesión se extenderá a escala global.
TNS Gallup Argentina realizó el estudio a nivel nacional para conocer las percepciones que los argentinos tienen sobre la actual crisis mundial y sus posibles consecuencias.
El trabajo formó parte de una iniciativa internacional que incluyó también a Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia, Alemania, México y Australia, llevada a cabo en el mes de diciembre de 2008.
A pesar de la alta proporción de argentinos que ven como probable la llegada de una recesión, sólo el 43% de ellos manifestó creer que el cimbraonazo durará un año o más.
En cuanto al impacto de la crisis en la situación personal de los argentinos, dos de cada tres (66%) creen que tendrán que recortar gastos; seis de cada diez (58%) estiman que no podrán ahorrar dinero; cinco de cada diez (50%) consideran que deberán aumentar sus ingresos trabajando más; y uno en tres (34%) cree que su trabajo estará en riesgo.
Además, el 50% de los argentinos cree que la crisis cambiará la forma en que funcionan los bancos, y otro 40% estima que habrá una regulación más estricta de las instituciones financieras.
Giorgi por la protección
La ministra de la Producción, Débora Giorgi, admitió que la crisis financiera mundial “es profundísima” y por ese motivo llamó hoy a empresarios y sindicalistas a “trabajar en conjunto” para enfrentar los efectos que esta pueda tener en la Argentina.
La funcionaria pidió “defender la industria y el trabajo nacional ante cualquier producto que venga de terceros países y que genere pérdida de empleo o dumping”, aseguró Giorgi, durante un encuentro realizado en la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME).
La ministra aseguró que “si bien Argentina está bien parada frente a esta situación, tenemos que trabajar en conjunto, tanto empresarios, como trabajadores y Gobierno”.
Consideró además que la crisis “se soluciona con decisiones hechas casi a medida de cada sector” y añadió que “por eso, es muy difícil tomar medidas generales en un contexto internacional como el actual”.