En los últimos años se viene consolidando en nuestro país la opción del turismo comunitario. Estas experiencias comparten el objetivo de un turismo fundado en la cooperación y la democracia participativa, orientado al cuidado del ambiente, a la promoción de la cultura, a la generación de trabajo decente, al acceso al turismo como un derecho y al desarrollo sostenible. La actividad turística puede tener gran impacto para la promoción del desarrollo local sostenible, dada su capacidad para poner en valor la cultura y el ambiente de cada territorio, generando trabajo y desarrollo económico.
El turismo comunitario, cooperativo y mutual es una manera novedosa y participativa de hacer turismo y que permite el desarrollo de muchas localidades que tienen recursos turísticos, gastronómicos, fauna, flora, historia, tradiciones etc. que pueden ser mostradas en programas y circuitos generando participación y trabajo decente. Así se ha hecho en distintas poblaciones de todo el país, como en Pipinas, provincia de Buenos Aires, con expresiones similares en Alpachiri (Tucumán) y localidades de Jujuy.
En este sentido las organizaciones cooperativas, mutuales y comunitarias, por estar centradas en la promoción del bien común y por estar fundadas en la ayuda mutua y no en la competencia, resultan especialmente capaces de liderar estos procesos, si a ello sumamos los municipios, los clubes, las cooperativas de usuarios de servicios públicos etc. podemos visualizar el enorme potencial que tienen estas iniciativas pensadas para “pueblos del interior del interior” que quedan marginados de la industria turística. El diario “Tiempo Argentino” realizo una nota sobre la experiencia de la localidad de Pipinas “Pipinas, un pueblo pionero en turismo cooperativo”.