
Por Gustavo Scarpetta (*)
Para muestra basta un botón. En el anterior gobierno de Donald Trump, las exportaciones argentinas a EEUU bajaron de US$4.535 millones a US$4.109 millones entre los años 2017 y 2019. En 2020 cayeron aún más pero ello fue efecto de la pandemia de covid-19. Sólo en 2022 llegaron a US$6.666 millones, ya con Joe Biden como presidente en EEUU.
En la anterior “guerra comercial”, cuando Trump -en su primer mandato- le subió los aranceles a China, las ventas argentinas al mundo crecieron: pasaron de US$58.649 millones (2017) a US$65.115 millones (2019), un incremento de 11%, aunque en medio de una devaluación del peso y con un gobierno que había eliminado las retenciones al trigo y maíz y reducido las que sufrían otras mercaderías.
¿Cómo le fue al mundo durante la “guerra comercial”? Se comerciaba por US$17,5 billones y, para 2019, por US$18,7 billones. El aumento fue de 6,85%, casi normal para esas épocas; es decir, no se alteró de manera importante.
El impacto fue en las commodities. Por ejemplo, analicemos el caso de la soja. El comercio global de porotos de soja representaba US$58 mil millones (2017) pero sólo US$55 mil millones en 2019, aunque con muchas más toneladas negociadas. En el primer año analizado fue de 151.488 y 155.633 en 2019, es decir, más toneladas pero costaron mucho menos. El precio promedio pasó de US$380 a US$282 en ese período. La caída en soja se replicó en otras materias primas.
Un pronóstico: si se profundiza la “guerra comercial” EEUU vs China, habría un debilitamiento de la cotización de las commodities que exporta Latinoamérica.
Capítulo China
Trump suspendió los aranceles a México y Canadá, ante la promesa de los presidentes de esos países de mejorar el control en la frontera; concretamente, aumentar las tropas que verifiquen el ingreso ilegal de drogas.
En cambio, China no esperó alguna negociación e inició la demanda ante la Organización Mundial de Comercio (OMC). En el anterior gobierno de Trump, el gigante asiático hizo lo mismo, y el caso fue resuelto positivamente para China, aunque Trump hizo caso omiso a la resolución de este ente global.
China, siendo el mayor exportador mundial, dedica casi 15% de sus ventas a EEUU y no es fácil reemplazar ese mercado. El término overcapacity ya se estaba discutiendo en los Estados Unidos porque los asiáticos tienen más capacidad de producción que la que el mundo puede recibir, y esa sobreproducción terminará ingresando mediante mecanismos desleales como dumping, generando daño a industrias locales. En medio de una discusión sobre la producción, le cierran la puerta a su principal mercado, por lo que su estrategia en el corto plazo es buscar mercados alternativos, en un contexto en el que Europa está estancada, América Latina es incapaz de absorber tanta mercadería y en Asia tienen gran competencia de otros países productores económicos.
Capitulo acero y aluminio
Trump, en una etapa posterior de la “guerra comercial”, les colocó aranceles de 25% a las importaciones de acero y aluminio de cualquier origen, incluso provenientes de Argentina.
Argentina le exportó alrededor de US$600 millones de ambos productos y podría ser un impacto interesante, y volver a repetirse la caída de nuestras ventas hacia ese mercado como fue en la primera gestión de Donald Trump.
Argentina le vendió menos a EEUU durante el gobierno de Trump pero más al mundo, habiendo devaluado y bajando las retenciones. El contexto actual es diferente: un dólar devaluado y altas retenciones, debiendo destacarse que todo esto mientras Argentina lleva 20 años de pérdida de participación en el mercado global.
(*) Contador público. Especialista en comercio exterior. Docente universitario