Las plataformas de juegos y casinos virtuales se han multiplicado en los últimos años asociándose con el deporte. Los jóvenes tienen un acceso libre, indiscriminado, promocionado y legal. El vacío legal en Argentina permite que este fenómeno siga en aumento. Qué hacer y cómo abordar la situación
De la mano de la publicidad, el patrocinio a los equipos de fútbol y la presencia de los influencers que se suman a promocionar las apuestas en línea, los casinos virtuales se instalaron definitivamente en el mercado de Argentina. De esta manera la ludopatía, que afecta a siete de cada 100 habitantes, amenaza con expandirse entre los más jóvenes, expuestos a un bombardeo constante de anuncios en redes sociales.
De acuerdo al último informe denominado “Global Online Glambing Markets-Previsiones de 2022 a 2027”, el mercado de apuestas en línea terminó el año 2020 con una ganancia de 65.316 millones de dólares y se estima que en los próximos cinco años, dicha cifra crecerá hasta alcanzar los 130 mil millones de dólares. Según la American Gaming Association, en 2018 ya existían 2.800 sitios activos online con juegos como poker, lotería y bingo y, en 2023, se espera que ese número se multiplique.
Tras las prohibiciones en España e Italia por el peligro que representan las apuestas en línea en relación con el crecimiento de la ludopatía, el mercado que creció exponencialmente durante la pandemia es Sudamérica. En este contexto, Argentina no es la excepción.
En los últimos años las apuestas en línea se aliaron con más fuerza al deporte – especialmente el fútbol – lo que les permitió multiplicar el fenómeno del juego y sumar a nuevos consumidores, entre ellos, a los adolescentes.
La primera división de la liga argentina de fútbol está plagada de patrocinadores vinculados al negocio: BetWarrior auspicia al seleccionado nacional, mientras que Codere hace lo propio con River Plate y otros equipos del fútbol local.
Las posibilidades que se les ofrecen son múltiples: se puede apostar al resultado, a la cantidad de goles, a la cantidad de tarjetas amarillas y rojas, a los laterales, así como a los tiros de esquina a favor y en contra. A los equipos más grandes y a los más insignificantes.
Las apuestas deportivas online han cobrado legitimidad social: la publicidad los avala, hay un acceso libre, permanente, indiscriminado, promocionado y legal.
Los adolescentes lo ven como una manera de ganar dinero fácil. Los especialistas aseguran que los varones de entre 15 y 25 años son los principales consumidores de este tipo de juegos. La posibilidad de pagar a través de billeteras virtuales que pueden utilizarse desde los 13 años y el nulo control sobre quiénes acceden a estos links generan más atracción entre los jóvenes.
Las escuelas y sus docentes vienen alertando sobre lo que está ocurriendo y los psicólogos ya reciben consultas en sus consultorios. Recientemente, se conoció un comunicado de un colegio de barrio Pueyrredón de la ciudad de Córdoba que advirtió sobre los resultados de una encuesta de adicciones realizada entre los alumnos. Sorpresivamente para el cuerpo docente, apareció el fenómeno de la ludopatía. Los testimonios de los jóvenes que cuentan sus experiencias y la de sus compañeros con las apuestas en línea se multiplican.
Regulación
En Argentina, la regulación relativa a juegos de azar no se encuentra incluida dentro de las facultades atribuidas por nuestra Constitución al Poder Legislativo Nacional (art. 75 CN), por lo que esta potestad se mantiene dentro de la órbita de los poderes provinciales. Esto ha sido ratificado por la Corte Suprema de Justicia de la Nación, que en un reconocido precedente resolvió que “las cuestiones relativas a juegos de azar -y sus eventuales infracciones no delictivas- no son una cuestión de índole federal”.
En consecuencia, cada provincia se encarga de legislar de manera exclusiva -en sus respectivos territorios- su propio régimen de administración y explotación de juegos de azar, careciendo el Gobierno Federal de atribuciones para imponerles la obligatoriedad de normas jurídicas, así como también de la fiscalización en esta materia.
En ese contexto, a diferencia de otros países de Latinoamérica e incluso de España, donde existe un organismo público encargado de supervisar la industria y emitir licencias a operadores online, en Argentina no hay una normativa de alcance nacional que rija sobre el juego online, ocupándose cada provincia de su tratamiento y regulación, así como del otorgamiento de licencias y fiscalización en sus respectivos territorios. De esta manera, las provincias pueden optar por manejar directamente la oferta de juego online o delegarla en terceros mediante distintos mecanismos de concesión a través de sus entes reguladores locales.
En la provincia de Córdoba, se reguló el juego online el 29 de diciembre del 2021 y la Lotería de la Provincia de Córdoba es la autoridad de aplicación de la Ley y el organismo a cargo de su implementación y reglamentación.
En la ciudad de Córdoba está prohibido el juego online y, según anticipó el intendente electo Daniel Passerini, se cumplirá la ordenanza municipal y no se permitirán las jugadas en línea en la Capital.
Proyecto de ley
En Diputados espera su tratamiento un proyecto de ley de Juntos por el Cambio para restringir la publicidad de juegos de azar online.
La iniciativa de la diputada nacional Marcela Campagnoli tiene como objetivo “prevenir el juego patológico en línea o virtual en el ámbito de la República Argentina y evitar las consecuencias perjudiciales a nivel individual, familiar y social que él mismo provoca”.
“Lo que pretendo con esta iniciativa es apuntar – entre otras cuestiones- a regular aspectos de la publicidad, que es lo que podemos regular; el resto está en manos de las provincias”, explicó a Comercio y Justicia la diputada Campagnoli.
En este sentido, el proyecto contempla que la publicidad del juego en línea solo pueda exhibirse en la franja horaria de 1 a las 5 de la mañana, ya sea en televisión, radio o plataformas de contenidos de internet, tanto redes sociales como páginas web y aplicaciones.
Además, no podrán incitar directamente al consumo del usuario y estará prohibido el otorgamiento de bonos o vales de captación.
Las publicidades no podrán en ningún caso estar orientadas a menores de 18 años, y estarán prohibidas aquellas en las que participen deportistas, personajes famosos, figuras de relevancia pública.
Tampoco estarán permitidas aquellas que asocien el juego de apuesta al éxito personal, social o profesional, o se compare el juego con el trabajo, el estudio o el esfuerzo.
No estarán autorizadas tampoco las publicidades que difundan expectativas falsas o engañosas sobre las posibilidades de ganar.
También se exige que se establezca un “sistema de alerta sobre el tiempo y dinero apostado que indiquen al apostador cuando esté cerca de alcanzar los límites establecidos en su cuenta de usuario“.
Por otra parte, Campagnoli destacó la necesidad de que se disponga de “un procedimiento para verificar la identidad y edad del apostador” y “un canal de elección del jugador para comprobar su identidad mediante un doble factor o la tecnología que en el futuro lo reemplace”.
En tanto, en materia de medios de pago, la diputada precisó la necesidad de determinar como único medio de pago las tarjetas de débito emitidas por entidades bancarias y prohibir las tarjetas de crédito.
“Prohíbase los medios de pagos asociados a cuentas abiertas a solicitud para la acreditación de prestaciones de ayuda social provenientes de programas, entidades o servicios de la Nación, de esta o de otras jurisdicciones”, establece la iniciativa.
Campagnoli se lamentó de que la iniciativa aún no esté siendo tratada en ninguna comisión de Diputados y no esté en agenda del Gobierno.
Desgraciadamente el aumento de la ludopatía ha sido exponencial tras la pandemia y afecta a muchas familias y, si bien esto atraviesa a todas las edades llama mucho la atención lo que está ocurriendo entre los adolescentes”, remarcó.
La situación en Argentina
La Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoce la ludopatía como una enfermedad emocional que afecta aspectos de la vida personal, familiar, laboral, social y económica de quien la padece. Según las estadísticas del Observatorio de Adicciones y Consumos Problemáticos, 30% de la población mantiene algún tipo de vinculación con el juego, y dentro de ese porcentaje el 95% corresponde a personas que lo hacen recreativamente, 3,5% son jugadores problemáticos y 1,5% compulsivos. En la Argentina hay unas 19 millones de personas que juegan asiduamente, mientras que 7 de cada 100 argentinos pueden ser considerados adictos.
Los jóvenes y una mirada mágica de una ganancia sin riesgos
Mauro Gross y Carla Pereyra son coordinadores del área clínica de Fundación Enjambre, Red Psicólogos. Comercio y Justicia reflexionó con ellos sobre el auge de las apuestas online entre los jóvenes.
– Las apuestas online han crecido sostenidamente, sobre todo después de la pandemia y preocupa la incidencia que está teniendo en los jóvenes. ¿Cómo analizan este fenómeno?
La sorpresiva llegada de la pandemia y el confinamiento al que nos obligó, hizo que tuviéramos que poner en marcha el despliegue de otras maneras de vincularnos para continuar sosteniendo, en la medida de lo posible las interacciones cotidianas en los distintos ámbitos de inserción como, por ejemplo, la educación o el trabajo. El ocio y el esparcimiento no han sido la excepción en este caso. Lo virtual se caracteriza por ofrecer espacios fácilmente accesibles para cualquier tipo de público, sin casi restricciones garantiza una sensación de placer inmediato, a un clic de distancia, a la vez que favorece la impresión de que nada grave puede pasar operando desde el móvil en la seguridad de espacios cotidianos (hogar, escuela) cuando lo que en realidad se está haciendo son transacciones que pueden tener consecuencias de alto impacto.
En este último tiempo comenzó a alertar la mirada de especialistas, agentes de salud y de educación, la incidencia que se observa en los jóvenes del uso de este tipo de dispositivos para realizar apuestas online. En donde tienen lugar acciones más bien pertenecientes al mundo adulto, en donde si bien también se observan dificultades y patologías en torno a esto, existen otras herramientas para abordar estas situaciones propias del desarrollo y la maduración, que permiten medir consecuencias y ajustar la conducta en base a eso. Dimensionar los hechos.
En ese sentido, se destaca la vulnerabilidad a la que están expuestos los adolescentes en este tipo de situaciones, ya que son más propensos a ilusionarse en este mundo del casino virtual, pensando mágicamente en ganancias sin riesgos. Sobre todo, si se tiene en cuenta que se hallan en una etapa del ciclo vital en la que el cerebro aún no se encuentra plenamente desarrollado, algo que se logra recién a los 24/25 años. Aquello hace al combo perfecto para que los jóvenes sean más temerarios en las decisiones que toman, más impulsivos, atrevidos sin pensar tantos en las consecuencias, más bien guiándose por el placer inmediato y las expectativas poco realistas, convirtiendo en altamente riesgoso este tipo de inserción en el mundo de las apuestas virtuales.
– En la mayoría de los casos, los jóvenes lo sienten como una manera de ganar dinero fácil y está legitimado por sus pares. ¿Cómo se evitan que estas situaciones deriven en problemas de adicción?
En esto es fundamental trabajar en equipo familia y escuela, haciendo énfasis en la prevención. Generando espacios de diálogo y confianza para hablar con los jóvenes, transmitirles el valor de las ganancias a largo plazo, del esfuerzo y el aprender a esperar.
-¿Qué herramientas o consejos le daría a los padres cuyos hijos tienen acceso ilimitado a sus celulares y dinero disponible en sus billeteras virtuales?
En primer lugar, es importante cuestionarnos y problematizar el hecho de que los chicos lleguen a estos sitios y logren financiar sus apuestas virtuales, ya que para eso cuentan con una tarjeta de crédito, un DNI de una persona adulta y seguramente haya escasa o ninguna conciencia de los límites, los riesgos, lo que significa robar una tarjeta, hacerse pasar por otra persona para obtener un beneficio. Por esto es importante hacer énfasis no solo en el mundo “on line” sino también ocuparse de fortalecer y enriquecer la vida “off line”, trabajando en la realidad de las cosas, la emocionalidad de las personas, dimensionando hechos y consecuencias para después pasar a la vida “on line” y presentar herramientas para que los chicos aprendan a manejarse en esa realidad virtual y no vincularse con personas o situaciones que no conocen protegiéndose a ellos mismos.
¿Han notado en sus consultorios un crecimiento de las consultas por este tipo de situaciones?
Lo que ha primado en las consultas y sobre todo como efecto de la pandemia, son los malestares subjetivos asociados al uso excesivo de la pantalla, que desconecta de la realidad y de los vínculos. Se observa un incremento de la ansiedad, irritabilidad, insomnio entre otras, que se relacionan con estar pendiente todo el tiempo de lo que sucede en redes, la dificultad de aguantar ver el ícono en rojo con el aviso de una notificación, se vive como la necesidad de sostener la vida en dos mundos paralelos, el real y el virtual. Esto se hace a costa de tiempo, dinero, y muchas veces hasta de los vínculos reales.
Advertencias
- Playtech, una empresa que proporciona tecnología, servicios, contenido y software para plataformas de juegos advirtió que deberían destinarse más fondos e inversiones para la investigación y los ensayos, que puedan ayudar a dirigir los debates de actualidad y proporcionar conocimientos cruciales sobre la industria del juego. De esta manera, remarcaron que debiera haber más iniciativas enfocadas en el juego responsable.
- De una encuesta de de 2.112 adultos consumidores de juegos en línea de cuatro países latinoamericanos (Brasil, Argentina, Chile y Colombia) realizada por Playtech se desprende que sólo una de cada tres personas (33%) en promedio en Latinoamérica recibió una advertencia sobre su nivel de ludopatía. De acuerdo a este relevamiento, 67% del total en la región indicó que nunca recibió un mensaje de este tipo. Y, en esta categoría, el país en donde más se recibió esta advertencia es Brasil (52%), seguido de Perú (37%) y Colombia (30%).
- A la pregunta acerca de si estas advertencias llevaron a los usuarios a cambiar su conducta de juego, casi cuatro de cada diez encuestados (39%) respondieron que sí: el 31% dijo que hizo una pausa y disminuyó la frecuencia, y el 8% afirmó que cambió inmediatamente.
- En el caso de la Argentina, el 37% de los consultados dijo que respeta el método de mensajes de alerta porque sabe que funciona en su beneficio.