Más del 75% de argentinos de más de 40 años no se aplica hace seis meses o más una nueva dosis de refuerzo de la vacuna contra Covid-19, mientras que la indicación médica o una nueva variante del virus son los principales motivos por los que se vacunarían, según un estudio de Laboratorios Raffo y el Observatorio de la Deuda Social Argentina de la Universidad Católica Argentina (ODSA-UCA).
En el relevamiento, difundido con el título “Actitudes y comportamientos hacia la vacunación de Covid-19”, que tuvo lugar del 31 de mayo al 17 de julio, los encuestados manifestaron en su gran mayoría (76,9%) que no se aplicaron una nueva dosis hace 6 meses o más, si bien el Ministerio de Salud sostiene que el intervalo mínimo para dosis de refuerzo es 4 meses y todos los grupos deben aplicarse refuerzo cada 6 meses.
Para este proyecto se elaboró una base con información completa de 968 adultos de 40 años y más a través de entrevistas telefónicas, de ambos sexos, con representación a nivel de la población urbana de la Argentina que reside en ciudades con más de 80.000 habitantes.
El 94,9% de los encuestados recibió al menos una dosis de la vacuna contra el Covid-19, mientras que el 42,4% dijo haber tenido la enfermedad al menos alguna vez en el plazo que va de marzo de 2020 a mayo de 2023.
Entre los principales hallazgos, se destacó que la indicación del médico fue el factor más importante al momento de decidir si era necesario vacunarse
Las situaciones que más motivarían a las personas a seguir vacunándose son: la indicación del médico u otro significativo (78,5%) y el aumento de casos de Covid-19 por una nueva ola o variante (71,2%).
Más de la mitad de los encuestados (62,8%) ponderó efectiva la vacunación como medida protectora contra la enfermedad de Covid-19.
El 65,9% de los entrevistados tiene 50 años o más, por lo que se colocaron en el grupo de riesgo alto
ante un Covid-19 grave junto con las personas con inmunocompromiso a partir de los 6 meses de vida.
Según la cartera sanitaria, el riesgo intermedio lo tienen las personas menores de 50 años con comorbilidades no inmunosupresoras (enfermedades crónicas u obesidad), y personal de salud o personal estratégico; a la vez que el riesgo bajo es para personas entre 6 meses o 49 años de edad, sin comorbilidades.
Para el médico infectólogo Eduardo López, jefe de la división Clínica del Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez, “el Ministerio está manteniendo la vacunación de Covid-19 en base a los mecanismos clásicos”.
En ese sentido, indicó que, “independientemente de esto, la gente no está percibiendo al coronavirus como algo tan importante como para tener que darse una vacuna cada seis meses, especialmente a los mayores de 50 años”.
“No se entiende para hay qué vacunarse si, supuestamente, no hay más Covid”, detalló.
La población “está percibiendo que no está la enfermedad, con lo cual uno puede mantener la vacunación cada seis meses a los mayores de 50 años y probablemente a los mayores de 50 años que no tengan factores de riesgo, digamos, que una vez por año”, agregó López.
Sobre este tema, cree que “hay que pensar la comunicación porque estas vacunas ya no son un refuerzo porque son vacunas nuevas”,
“Ahora estamos dando bivariantes, que es una vacuna no con la cepa ancestral de Wuhan, sino con cepas Omicron que fueron evolucionando”, detalló.
López aseveró a Télam que “en los próximos meses va a aparecer la vacuna monovalente con la cepa que predomine en ese momento, como si fuera la vacuna de la gripe”.
El infectólogo recordó que “ahora estamos vacunando con la bivalente porque estamos con la variante de Omicron B4, B5. Y probablemente el año que viene estaremos vacunando con la cepa XBB1.5”.
Entre quienes tuvieron Covid-19, el 89,8% experimentó sintomatología asociada a la enfermedad: el 43% indicó haber tenido bastantes síntomas que le impidieron continuar con sus actividades diarias, mientras que el 46,8% padeció síntomas leves.
Solo el 4,2% de las personas con Covid-19 estuvo internado a causa de la enfermedad, principalmente en los años 2020 (33%) y 2021 (67%).
Las internaciones fueron mayoritariamente en sala común para su observación (78,7%), aunque el 21,3% requirió internaciones en terapia intensiva.
Los resultados de la encuesta mostraron que hubo un cambio de actitud ante la enfermedad de Covid-19, entre el tiempo de pandemia y la actualidad, ya que el 55,7% de las personas dijo haber tenido miedo de enfermarse en el contexto de pandemia, pero ahora solo el 16,7% persiste con este miedo.
El 44,5% manifestó contar con personas en su entorno que hayan fallecido por el virus.
El 69,4% de las personas consideraron que el gobierno fue eficiente en la implementación de la campaña de vacunación como medida de prevención.
En la distribución territorial, la encuesta mostró que en AMBA hubo una mayor proporción de haber recibido cuatro dosis o más (59,7%) respecto al interior del país (51,2%).
Entre los motivos asociados a que los entrevistados no se vacunaron, predominó el miedo a los efectos secundarios de la vacuna (87,6%); seguido de la desconfianza en su proceso de elaboración (80,3%); luego, considerar que la vacuna puede causarle una enfermedad grave o la muerte
(76,0%), y finalmente que la vacuna sea efectiva (65,4%).
Con estos resultados, el estudio recomendó promover campañas de vacunación con modelos sociales a seguir y mostrar que las personas se siguen vacunando actualmente, a la vez que se debe destacar los avances que hubo en la confección de la vacuna y su eficacia con evidencia científica.