Su cielo propicia actividades tales como observaciones con telescopio y excursiones nocturnas que son cada vez más solicitadas por quienes visitan la zona
Ubicada en el extremo noreste de la provincia de San Luis y reconocida por contar con uno de los microclimas con mejor calidad ambiental del mundo, Villa de Merlo posee, además de sus sierras y arroyos, un cielo virgen que propicia actividades astronómicas como observaciones con telescopio y excursiones de trekking nocturnas, entre otros emprendimientos locales que vienen desarrollando el astroturismo con un creciente interés de los turistas.
A salvo de la contaminación lumínica y ambiental de las grandes ciudades, el cielo nocturno de este destino permite, a simple vista, sentir una cercanía especial con la inmensidad del universo. Su cielo diáfano, que se puede apreciar durante la mayor parte del año, y la altura sobre el nivel del mar donde se ubica, permiten disfrutar de actividades gratificantes como la fácil apreciación de estrellas fugaces.
Pese a ello, el astroturismo en la ciudad es todavía incipiente. Sin embargo, genera mucha atracción y sorprende a visitantes y turistas desde diversos puntos del país como Córdoba, Buenos Aires, Mar del Plata o Rosario, que la eligen para su descanso y sus observaciones.
Noches mágicas
Una de las propuestas que contemplan esta modalidad de turismo se denomina “Noches Mágicas” e implica una de las vivencias que trasciende la simple observación de las estrellas y, amparada en la experiencia de los guías locales, ofrece una conexión entre la sierra, la noche y el cielo.
“La experiencia de los visitantes atraviesa un recorrido colorido que sorprende a cada paso y completa las expectativas de todas las edades”, subraya uno de sus guías. El diseño incluso está pensado para que sea amigable para personas con movilidad reducida, incorporándose dentro de las propuestas de “turismo accesible”.
De sierras y arroyos
Villa de Merlo está ubicada a casi 200 kilómetros de la ciudad de San Luis y a unos 240 kilómetros de la ciudad de Córdoba y está atravesada por numerosos ríos y arroyos que forjan su paisaje cuyano. Las sierras de los Comechingones operan como filtro natural para protegerla del aire húmedo del océano Atlántico y de los elementos contaminantes provenientes de la pampa húmeda.
El lugar es considerado un refugio para el descanso por su entorno de armonía y paz, y un punto panorámico ideal para la experiencia turística denominada astroturismo.
“En estos recorridos, el asombro y el deleite conectan a las personas con sus historias, ligándose con costumbres ancestrales de observación del cosmos, que vienen desde los orígenes mismos de la civilización”, comentan en el lugar.
“Actualmente, internet y el flujo incesante de información en las redes sociales parecen de a ratos obturar el libre andar de la imaginación. Sin embargo, se puede entender como complementario el cruce de las nuevas tecnologías con las actividades de observación astronómicas, al considerar que la vivencia de conocer constelaciones de primera mano, como la de Orión, despiertan un renovado interés que puede ser profundizado en internet”, agregaron sus impulsores.
Ventana al Universo
Otra de las opciones experienciales es el “Mirador del cielo”, un observatorio astronómico que recibe con sus telescopios a los visitantes para acercar la inmensidad del universo e incluso para fotografiar algunos objetos, principalmente la Luna.
Quienes arriban, pueden tomar postales con sus teléfonos celulares a través del telescopio y conocer los mitos que, a lo largo de la historia, pueblos del mundo han narrado para tratar de dar respuesta a lo inexplicable.
Además de la Luna, con sus cráteres y montañas, también se pueden observar los planetas cuando están visibles: desde Júpiter, el sistema solar con sus cuatro satélites que descubrió Galileo Galilei, hasta Saturno con sus anillos, Venus y sus fases, Marte y sus casquetes de hielo, grupos de estrellas para conocer cómo es su vida desde que nacen hasta que mueren, galaxias y constelaciones, entre otras curiosidades del universo.
Se trata de una propuesta pensada para toda la familia. Para los adultos esta experiencia es una oportunidad para revivir curiosidades de la infancia, mientras que para los más pequeños, además de la fascinación inmediata, despierta una motivación para introducirse a la ciencia del estudio de los astros, la conquista humana del espacio y el misterio de la vida extraterrestre. “Incluso el contexto actual ha incrementado el interés por ‘mirar el cielo’ desde los hogares y las consultas sobre las alternativas que el cielo ofrece para quien quiere afinar la observación”, aseguraron.
A estas dos propuestas -“Noches Mágicas” y “Mirador del Cielo”- se suman otras experiencias como “Astroturismo en Merlo”, “Miradores Nocturnos” y “Planetario de Merlo”, mediante las cuales se ofrecen recorridos, avistamientos y respuestas a las preguntas sobre la existencia de otras galaxias y seres desconocidos, entre otros atractivos.