ESCUCHARSituado a 180 km de Río de Janeiro, Búzios combina el encanto original de un pueblo de pescadores con el glamour de un destino codiciado por el turista internacional.
En contraste con un Río de Janeiro bullicioso y cosmopolita, Búzios se diferencia de la capital estatal por su andar sereno y sus dotes de exclusividad, cualidades que lo convierten en uno de los resorts más codiciados por el turismo mundial. Su geografía escarpada obliga a los autobuses a sortear subidas y bajadas sobre calles empedradas. En sus márgenes, las posadas desparramadas sobre las montañas se hunden en una vegetación frondosa que contrasta con el verde-azul intenso del mar.
Ninguna edificación tiene más de tres pisos y todas lucen el estilo colonial coronado con tejas multicolores, que combinan casi perfectamente con la belleza natural del lugar.
Desde que Brigitte Bardot lo eligió como lugar de descanso en la década del 60, el original pueblo de pescadores se ha transformado a lo largo de los años en un destino reconocido internacionalmente y preciado por los amantes del sol, el calor y la diversidad de playas. Más de una veintena de pequeñas playas paradisíacas se esparcen a lo largo de kilómetros de arena fina con características particulares, acordes con todos los gustos. Entre ellas se destacan: João Fernandes, con aguas calmas y un tesoro inolvidable para los que gustan del snorkel y el buceo; Praia Brava, destinada a los más audaces que desean pasar sus tardes sorteando las olas sobre una tabla de surf; Praia Tartaruga, un poco más alejada y de aguas tranquilas; Praia Geribá, la más extensa y concurrida por el turista brasileño, donde el calor se apacigua por los intensos vientos; y otras más pequeñas como Ossos, Azeda y Azedinha, ubicadas próximas al centro y al puerto.
Luego de días intensos de mar y sol, al atardecer vale la pena recorrer a todo lo largo la Rua das Pedras, una calle empedrada muy coqueta con negocios, pubs, lugares bailables y restaurantes internacionales, donde los paladares exigentes diversifican sus banquetes. Un sitio creado para que el cuerpo y la mente se distiendan rodeados de buena música y excelente compañía.
En Búzios, lo ideal es contar con un buen calzado y emprender caminatas extensas hacia los balnearios durante el día y hacia el centro por la noche. Es la mejor manera de conocer cada rincón de este poblado de buen gusto, cuyos paisajes son una caricia para todos los sentidos. Para los menos deportistas, existen otras alternativas como contratar un taxi acuático o un buggy y recorrer el lugar motorizado.
Búzios es sinónimo de paz, tranquilidad y sofisticación, un compacto precioso de la exhuberancia natural brasileña.
