ESCUCHARLa infinita variedad de playas que se encuentran entre la Brava y la Mansa, la inagotable propuesta gastronómica, social y cultural, los sofisticados paseos comerciales y el toque de estilo y glamour le otorgan el sello identitario a Punta del Este y ubican al destino entre los más concurridos del verano
Por Carolina Brenner – [email protected]
Punta del Este. Siete de la tarde. El sol inicia su procesión hacia el mar. La bola dorada desciende lentamente tras la isla Gorriti, pincelando con rayos ocres y anaranjados las nubes difusas que acarician un cielo cuasi diáfano. El atardecer tiñe el azul intenso del agua con franjas multicolores y extiende su estela luminosa sobre la fachada de los edificios que se yerguen a lo largo de la curva que dibuja la península entre el océano Atlántico y el río de la Plata.
La música chill out fluye desde el Club de Playa I’Marangatú y se mimetiza con el sonido de las olas y el tintineo de los hielos que se apilan en los tragos del happy hour. En el restaurante del parador, un chef prepara, en vivo y en directo, tiraditos de salmón y piezas de sushi para quienes prefieren acompañar el ritual con sabores supremos.
Así concluye uno de los tantos días de este verano en el destino más glamoroso de Uruguay, cuyo sello identitario está edificado sobre el culto a los placeres del buen vivir y el sinfín de propuestas culturales, sociales y recreativas dignas de un sitio privilegiado por sus paisajes naturales.
A los ya tradicionales eventos que acompañan los majestuosos ocasos estivales se suman las actividades que ofrecen los más de veinte kilómetros de playas que separan las playas Brava (el lado donde las olas son más fuertes) y Mansa (que se distingue por sus aguas más calmas).
Algunos lugares, como el Club de Playa de la parada 7 de la Mansa inician su jornada con clases de yoga y pilates por la mañana, continúan con zumba a la tarde y culminan el día con conciertos de gong y relajación. También, se nutren de opciones para practicar deportes náuticos como surf, windsurf, kite surf, kayak, vela, yachting y pesca, entre otros.
En el balneario estrella del municipio de Maldonado no hay lugar para el aburrimiento. Con más de cien años de vida, el destino, que continúa experimentando un crecimiento exponencial en cuanto a infrestructura edilicia y hotelera y oferta gastronómica dejó de ser tan solo un sitio de veraneo para convertirse en un gran centro turístico que se completa con eventos, espectáculos, exposiciones, galerías de arte, teatros, shoppings y cines, entre otros.
En cuanto a circuitos comerciales, a la tradicional arteria principal conocida como “la Gorlero”, se suman otros espacios nutridos de prestigiosas marcas de indumentaria, decoración y calzado como “la 20”, Punta Shopping, la avenida principal de “La Barra” junto al shopping Oh!, y los más pequeños paseos por Manantiales y José Ignacio.
Entre otros imperdibles del lugar, se destaca el recorrido por el puerto para apreciar las grandes embarcaciones y yates de lujo así como también adquirir pescados y mariscos frescos. Así, cada una de las propuestas de Punta del Este resulta un festín de tentaciones.
Agenda de viaje
– Cómo llegar: La distancia entre Córdoba y Punta del Este es de 1.082 km. También hay vuelos directos con Aerolíneas Argentinas.
– Dónde dormir: La oferta de apartamentos es importante. En los últimos años se construyeron grandes complejos que incluyen amenities como piscina, salón de juegos, servicio de playa y gimnasio, entre otros. También hay hoteles de diversas categorías como: The Grand Hotel Punta del Este, Hotel Awa, Punta del Este Resort & Spa (ex Mantra) y Hotel Iberia, entre otros. Más info: www.maldonado.gub.uy
Café de la Huerta: cocina con ingredientes frescos y de estación
El restaurante Café de la Huerta inauguró en noviembre pasado y ya se perfila como el sitio predilecto de los turistas esteños. Fanáticos de la calidad, sus propietarios apostaron a la preparación de sus platos con ingredientes frescos y de estación, que en su mayoría son de producción propia. “Tenemos un gran respeto por el arte de producir alimentos y aunque los platos se preparan de una manera simple, valoramos la excelencia en los ingredientes”, afirman desde el restó. Ofrecen desayunos, brunchs, ensaladas, sándwiches, deli burgers y platos elaborados como la pesca del día. Está en la calle Pedragosa Sierra, casi Roosevelt. Contacto: www.cafedelahuerta.com
Restaurante I Marangatú: el ícono que recuperó el glamour del pasado
Marangatú es un sitio histórico de Punta del Este que se edificó en los años 50 y donde nació la vida social del destino. En noviembre pasado, tres empresarios licitaron el espacio y lo convirtieron en un restó y club de playa de alto diseño frente al mar. “Nuestro objetivo es devolver a Punta este ícono que fue glamoroso en el pasado y reflotarlo junto a una propuesta gastronómica gourmet”, destacó Carlos Baglivo, uno de los socios del emprendimiento. El lugar ofrece cocina tradicional francesa, pescados, carnes y verduras a la parrilla y al horno de barro para los mediodías, y una fusión de comida peruana y sushi a cargo del chef Hernán Taiana para la noche.
Lighthouse Restaurante: una marea de sabores cinco estrellas
La gastronomía de alto vuelo se instaló en el restaurante Lighthouse de The Grand Hotel – Punta del Este, donde el chef Guido Ojeda deleita a los comensales con platos soberbios como los “Tostones de Rocha” y “Pulpos grillados”, el “Salmón a la Leslie”, el exclusivo “Black River Caviar Oscietra”, y postres imperdibles como “Surprise Ball” y ”Red Velvet”.
Vale destacar que el servicio de atención en el salón es de primera calidad y los platos son maridados con una amplia variedad de vinos y espumantes nacionales e internacionales en una atmósfera cálida y moderna. Está abierto de las 20 a hora cero. Contacto: www.puntagrand.com
