“A pesar de los esfuerzos recientes en el ámbito de la Nación y las provincias por controlar el empleo público, en las últimas décadas el empleo público creció de forma desmedida, alterando el funcionamiento del mercado de trabajo”, advirtió ayer el Instituto de Investigaciones Económicas (IIE) de la Bolsa de Comercio de Córdoba.
Con base en cálculos de la entidad a partir de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) elaborada por INDEC para el segundo trimestre de 2018, los últimos datos disponibles, 31% del total de asalariados formales de los centros urbanos del país son empleados públicos. A modo de comparación, para el caso de Chile, y con base a cálculos propios a partir de la encuesta de Caracterización Socioeconómica Nacional (Casen) del año 2015, ese porcentaje es de 15%, la mitad que en Argentina.
El estudio advierte que el empleo público es dispar entre las distintas regiones del país. Mientras que en el noroeste y noreste más de la mitad de los asalariados formales son empleados públicos, en la región Pampeana y Gran Buenos Aires ese porcentaje es de 32% y 26%, respectivamente. En el caso del Gran Córdoba, los empleados públicos representan 24% del empleo formal.
En un contexto en donde los recursos que se asignan al sector público son típicamente menos productivos que los que se asignan al sector privado, y considerando que los empleos públicos representan gasto público que debe financiarse con impuestos que paga el sector privado, un empleo público excesivo contribuye a debilitar la productividad y el potencial de crecimiento de la economía argentina.
Los analistas sostuvieron que “la situación resulta más delicada aún si se considera que los empleados públicos ganan más que empleados privados con perfiles similares. Esto es, considerando trabajadores con iguales características de educación, estado civil, edad, sexo y tipo de contrato, los trabajadores del sector público ganan entre un 14% y un 24% más que en el sector privado, dependiendo de la región. Estas diferencias salariales a favor del sector público también se terminan pagando con impuestos a cargo del sector privado, lo que limita aún más su capacidad de crecimiento y competitividad”, concluyó el IIE de la Bolsa de Comercio.