La carrera contra la inflación es un desafío en el mundo laboral. Mejores coberturas de salud, arreglos de horarios flexibles, entran en el inventario de compensaciones cuando no es posible dar mayores incrementos salariales
En tiempos de alta inflación, las empresas se preocupan por compensar la pérdida de poder adquisitivo de los salarios de sus empleados. En este contexto, muchas veces se encuentran con que ya no es posible dar mayores incrementos salariales, y es allí cuando los beneficios ganan mayor protagonismo en la propuesta de valor al empleado.
“Siempre se maneja un presupuesto limitado. El punto es tratar de invertir el dinero inteligentemente. Y en ese sentido los beneficios pueden ser un buen aliado. Quizás la empresa no puede aumentar los salarios todo lo que quisiera, pero sí puede mejorar la cobertura de salud. Y esa también es una forma de impactar positivamente en el bolsillo de los colaboradores”, destacó Ivana Thornton, directora de Career de la consultora Mercer.
Julieta Doldo, directora de Salud y beneficios de los empleados en la unidad Mercer Marsh Beneficios, propone “hacer un inventario de los beneficios que ya tenemos y entender si lo que estamos otorgando hace sentido, si impacta en la vida de nuestros colaboradores o no. Hay iniciativas que no requieren dinero, como dar un horario de trabajo flexible o determinadas cuestiones que no requieren necesariamente una inversión”.
Atraer el talento y crear una propuesta de valor efectiva para su retención representan desafíos significativos para las organizaciones. En este sentido, para generar una propuesta de valor que fomente el bienestar de los empleados para el bien lograr es fundamental considerar varios aspectos clave.
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