El banco estimó que al menos 30 mil mipymes serán beneficiarias del programa, incluyendo 6.000 definidas como de mujeres o lideradas por ellas, priorizando las industrias vinculadas con la cadena automotriz, maquinaria y equipos, e indumentaria y calzado, por su grado de vulnerabilidad frente a la pandemia.
El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) aprobó un crédito de US$500 millones provenientes de la reorientación de recursos de su cartera con Argentina, para apoyar la continuidad de las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes) afectadas por la crisis generada por la presente pandemia.
La entidad que preside Luis Alberto Moreno explicó que la “operación forma parte del apoyo anunciado por el Grupo BID para Argentina consistente en desembolsos por US$1.800 millones en 2020, el mayor nivel de los últimos 10 años, y fue aprobada mediante el nuevo procedimiento simplificado que adoptó el banco para acelerar su apoyo a los países de la región para enfrentar la emergencia”.
“El programa contribuirá a que las mipymes superen problemas temporales de liquidez y puedan cumplir con sus obligaciones comerciales y financieras, dando continuidad a su operación, a través de financiamiento para capital de trabajo y refinanciamiento de créditos vigentes”, aclaró el banco regional, con sede en Washington.
Además, “se apoyará su recuperación económica a través del acceso a financiamiento a mediano plazo que les permita restablecer su capacidad productiva, cubrir necesidades de reconversiones productivas y adaptaciones en el proceso de transformación digital por consecuencia de la crisis, y atender un incremento puntual en la demanda que se manifieste como consecuencia de la crisis”.
Alcances del crédito
En este sentido, detalló, “se prevé mejorar las condiciones de financiamiento y el otorgamiento de créditos a través del Fondo de Desarrollo Productivo (Fondep), y destinar recursos para garantías con objeto de facilitar el acceso a créditos otorgados por Instituciones Financieras Intermediarias (IFI), a través del Fondo de Garantías Argentino (FogAr). Ambos fondos son administrados por BICE Fideicomisos S.A. (BFSA)”.
A su vez, el Fondep facilitará el acceso a créditos directos, financiamiento indirecto mediante créditos de las IFI, y financiamiento a empresas ancla en beneficio de mipymes proveedoras que integran su cadena de valor. También podrá financiar la bonificación de la tasa de interés de créditos otorgados por las IFI y garantizados por el FogAr, que se verá fortalecido mediante el aporte de recursos que le permitirán otorgar garantías para mejorar el acceso al crédito de las mipymes.
El banco estimó que al menos 30 mil mipymes serán beneficiarias del programa, incluyendo 6.000 definidas como de mujeres o lideradas por mujeres, priorizando las industrias vinculadas con la cadena automotriz, maquinaria y equipos, e indumentaria y calzado, por su grado de vulnerabilidad frente a la pandemia del coronavirus.
Financiamiento externo
El BID es una de las principales fuentes de financiamiento a largo plazo para el desarrollo económico, social e institucional de América Latina y el Caribe y, junto al Banco Mundial, es la principal fuente de financiamiento externo del país, ante el corte de los desembolsos por parte del Fondo Monetario Internacional (FMI) a mediados del año pasado.
En los últimos meses, el BID y el Gobierno vienen desarrollando un trabajo conjunto en base a la elaboración de un programa de fortalecimiento institucional que permitirá, en el corto plazo, “ejecutar con mayor eficiencia” las políticas y planes que apoyen las prioridades gubernamentales de atención a la crisis sanitaria y de recuperación económica.
El programa sería respaldado con un préstamo del BID de USS20 millones, con miras a “mejorar la planeación, coordinación y gestión de prioridades gubernamentales”, según se explica en la documentación preliminar de la operación. Además de mejorar la respuesta inmediata a los impactos de la pandemia, se prevé para el mediano plazo que el programa permita “mejorar la gestión de las políticas clave del Gobierno nacional, muchas de las cuales tienen un impacto directo en la mayoría de servicios prestados a los ciudadanos”, detalló el BID.