ESCUCHARFauno es un emprendimiento social cordobés que surge de la idea de preservar el bosque, buscando introducir un paradigma alternativo al descarte compulsivo, diseñando muebles y objetos en 90% con madera reciclada.
Por Natalia Riva – [email protected]
Fauno es un emprendimiento que fabrica sillas, sillones, banquitos y mesas en 90% con madera reciclada. Surge de la idea de preservar el bosque, buscando introducir un paradigma alternativo al descarte compulsivo. Los objetos se realizan a partir de diseños clásicos existentes, modificando algunos detalles de diseño y encastres pero, además, agregándoles diferentes técnicas de pintura y estampado sobre madera.
Florencia Giraudo es la socia fundadora de Fauno. La empresa comenzó a gestarse un año y medio atrás con la bandera de la reutilización como contrapunto “al descarte y obsolescencia programada que presenta el mercado actual”. “Comenzamos a buscar formas de reutilizar muebles viejos, reciclándolos, reparándolos e interviniéndolos para, de esta manera, generar objetos nuevos a partir de objetos existentes, reduciendo al máximo la utilización de nueva materia prima. Pero nos dimos con que los muebles viejos son caros y difíciles de conseguir”, cuentan las emprendedoras a Comercio y Justicia.
Fue así como decidieron cambiar al “pallet”. Pero allí se encontraron con el segundo obstáculo y fue que los pallets descartados y tirados a la calle son aquellos que presentan una vida de uso muy larga, a la intemperie, por lo tanto la madera ya está bastante arruinada. Además, requiere una habilidad especial desarmar un pallet, sin la cual resulta un trabajo arduo, y no se guarda una óptima relación costo-resultados.
“Fue entonces que descubrimos que existe un mercado alrededor del pallet recuperado de primera mano, y dimos con uno de los desarmaderos más grandes de Córdoba, que se alimenta de las tarimas y embalajes de una de las fábricas automotrices de la ciudad”, agregaron los emprendedoras.
Así, con la recuperación de tarimas de la industria automotriz encontraron una fuente de materia prima casi constante. Un carpintero que trabaja con ellas es el encargado de seleccionar la madera; las diferentes medidas y colores de las tablas que consiguen, hace que cada mueble sea único, con huellas propias.
“Es la primera vez que emprendemos y aprendemos de cada una de las cosas que nos suceden, desde el constante prueba-error que es diseñar y fabricar nuestros propios productos hasta el ejercicio de ponerles un precio justo, los cuales deseamos que puedan llegar a cualquiera que busque mobiliario con diseño, pero también debe permitirnos poder vivir de esto a todos los que integramos el proyecto”, enfatizan.
De buena madera
Los muebles de Fauno atraen, sobre todo, a un público joven y concientizado con la importancia del reciclado, aunque según cuentan sus creadoras, están pensados para todo tipo de público.
Al ser consultadas sobre el diferencial de los productos, las emprendedoras aseguran que, si bien es cierto que hay muchos emprendimientos que fabrican muebles con madera de tarimas de pallets, la empresa se distingue en que utilizan el pallet desarmado para crear un objeto completamente nuevo. A esto, además, le aplican gráfica, una técnica que no es muy utilizada. “Además del diseño, priorizamos la calidad de los muebles. Existe un falso concepto de que el mueble de pino es de mala calidad. En diseño hay una frase muy conocida que dice que ‘no existen materiales de mala calidad sino mal utilizados’. Por lo general, las sillas de pino son consideradas aquellas que al mes de uso se aflojan o muebles que se deforman, pero eso no tiene que ver con que sean de pino sino con el secado de la madera y con la no realización de los encastres sino de uniones simples, con clavos, que muy tempranamente presentan fallas en el uso”, describen.
Por el momento, los productos se promocionan a través de Facebook lo que consideran es una herramienta “muy potente” a la hora de dar a conocer la marca. También están participando en eventos que les dan mayor visibilidad y, lo que es más importante, se genera una instancia donde el cliente puede tocar y probar la calidad de los productos y su terminación. Además, comercializan sus productos por medio de locales comerciales que tienen que ver con la producción sustentable.
Según sus creadoras, Fauno es una empresa que busca desde la adquisición de la materia prima, la manufactura, y la terminación artística de los diferentes objetos, fomentar la independencia económica de todos los participantes en el proceso productivo, considerando este último punto esencial en su proyecto. “Es un emprendimiento donde en sus diferentes escalas siempre se contemplen la cadena de valores, el comercio justo, en definitiva, lo sustentable tanto desde el respeto por el medio en la adquisición de la materia prima como desde el respeto por el ser humano que forma parte del proceso productivo”, destacan.
Entre dificultades, errores y desafíos
Obstáculos para emprender. “Una de las principales dificultades es económica; pasa mucho tiempo hasta poder generar ganancias de un emprendimiento, ya que al comienzo todo dinero que ingresa debe ser reinvertido. Parece algo obvio pero a la hora de emprender sin ninguna financiación o algún programa de crédito o subsidio, se hace muy lento y difícil el crecimiento, ya que no se le puede dedicar el 100% del tiempo productivo. Otra dificultad es generar un concepto marca: en nuestro caso, el hecho de trabajar con materia prima reciclada es un arma de doble filo, hay quienes están concientizados en cambiar el paradigma y comenzar a ver la forma de producción desde una perspectiva más consciente con el medio ambiente, pero también existe un prejuicio de que lo reciclado y en particular la madera que utilizamos es de baja calidad”.
Errores habituales. “Supongo que no tener paciencia y pretender que sea la única fuente de ingresos. Emprender requiere de mucha inversión de tiempo y dinero sin ver resultados inmediatos en términos económicos. Hasta que la marca llegue a tener un nombre propio y reconocimiento por su estética y calidad debe pasar un tiempo hasta tener una determinada cantidad de productos vendidos y clientes satisfechos, ya que consideramos que el boca a boca de los clientes es una de las armas más importantes a la hora de crecer como emprendimiento”.
