A diferencia de lo que se cree acerca de que la juventud es el momento más prometedor para hacer un negocio, un estudio afirma que “el historial profesional” es un factor muy importante para emprender.
“No existe una edad prefecta para emprender”, o al menos eso plantea una investigación de Founder Institute, una aceleradora de negocios que muestra que una edad mayor es en realidad un mejor predictor de éxito empresarial. “Pese a que existe una gran visibilidad en cuanto a las historias atractivas que generan emprendedores jóvenes, muchos de los que se están lanzando al mercado tienen un largo historial profesional y unas cualidades diferentes”, destaca el informe.
El Founder Institute, la incubadora más grande de startups en el mundo, llevó a cabo una serie de pruebas de personalidad y aptitudes propias en más de tres mil solicitantes alrededor del planeta y un seguimiento del progreso de los cerca de mil fundadores inscriptos y 350 graduados. Los científicos de investigación empleados por el Instituto examinaron los resultados de los fundadores exitosos y de los casos menos exitosos.
“A la par de que una mayor edad es un mejor precedente de éxito empresarial, una fuerte inteligencia fluida, un alto grado de apertura a nuevas ideas y ser agradables son características que se correlacionan con el éxito”, destaca la investigación. Sin embrago, cualquier persona a cualquier edad puede romper los moldes propuestos por ‘expertos’. “Hemos idealizado la idea de un fundador joven porque, bueno, es una gran historia, pero estas historias no son la norma. Al final, los prejuicios clásicos del género, la raza, la edad deben ser descartados para una verdadera ciencia del éxito”, asegura el informe.
Lo “fuerte” de los mayores
Los emprendedores mayores tienen como puntos fuertes una gran experiencia, un mayor nivel de conocimiento y posiblemente una red de contactos más extensa que les puede ser útil tanto para la creación de un negocio como para su promoción y crecimiento; pero la experiencia que en ellos puede significar lo que han aprendido de los fracasos –en el caso de que los hayan vivido- en los emprendedores jóvenes se torna como una ventaja desde el punto de vista de que están por aprender la lecciones que puede dejar el fracaso, algo que no incide necesariamente en el éxito.
Ahora bien, en el caso de que fracasen, los jóvenes tienen más posibilidades laborales y una energía que pueden aportar fácilmente en un proyecto u otro. Según Founder Institute, de los emprendedores jóvenes que han fundado compañías tecnológicas exitosas tan sólo habría que mencionar a Marck Zuckerberg, Steve Jobs o Bill Gates que comenzaron Facebook, Apple y Microsoft, respectivamente, promediando 20 años de edad.
¿Son la excepción? Un estudio de Kauffman Foundation conducido entre 652 emprendedores tecnológicos nacidos en Estados Unidos mostró que la edad promedio de los emprendedores es de 39 años al momento de comenzar sus compañías y que aquellos con MBA’s establecieron sus empresas más rápido que el resto.
Lo cierto es que la identificación de una necesidad y la proposición de una solución tecnológica a esa necesidad responden a un sinnúmero de factores que fluyen en un determinado momento, que se puede dar con el ímpetu y la energía propia de emprendedores jóvenes o con la experiencia y el conocimiento de emprendedores mayores.