Según datos del Global Entrepreneurship Monitor (GEM), 40% de las personas comienzan un emprendimiento urgido y 60% porque detectó una chance.
En la Argentina los hombres que inician un emprendimiento lo hacen por una cuestión de oportunidad, en tanto que la mayoría de las mujeres lo hacen por una cuestión de necesidad, según sostiene un informe privado.
Estos datos están incluidos en el Global Entrepreneurship Monitor (GEM) liderado por el Centro de Entrepreneurship del IAE, de la Escuela de Dirección y Negocios de la Universidad Austral, a cargo de Silvia de Torres Carbonell.
En diálogo con medios nacionales, la directiva aseguró que en Argentina ser un emprendedor exitoso es sinónimo de “estatus y respeto” y a pesar de que la cultura empresarial local tiene una “aversión al riesgo”, el emprendedor no teme iniciar su actividad.
Al citar los obstáculos con los que debe enfrentarse el emprendedor, la especialista dijo que incluyen “el acceso al capital, el contexto y el ambiente para los negocios” y agregó que las inversiones principales en las primeras etapas suelen ser realizadas por familiares y amigos cercanos a los emprendedores.
La experta sostuvo, además, que en el país el emprendedorismo se encuentra muy activo. “Hay realmente mucho movimiento. En general Argentina está posicionado entre las mejores naciones que tienen población con vocación emprendedora”.
Necesidad vs. oportunidad
Sostuvo que la clasificación de la motivación de los emprendimientos entre la oportunidad y la necesidad, “va variando de acuerdo con las crisis económicas”.
“Actualmente 40 por ciento de los que emprenden lo hace por necesidad y 60 por ciento por oportunidad de negocio”, definió Torres Carbonell.
El perfil emprendedor
La experta destacó el alto nivel educativo de los recursos humanos argentinos que lanzan sus emprendimientos en industrias como el software, el diseño y en las economías regionales con productos de valor agregado. “La mayoría de los nuevos emprendimientos se da en áreas de servicio, relacionados con la tecnologías de la información, diseño, modas, temas audiovisuales, desarrollo de contenidos artísticos, en algunas áreas desarrolladoras de manufactura, productos de valor agregado”, indicó la especialista.
Con respecto a la edad promedio de los emprendedores argentinos, dijo que están entre 25 y 34 años y que los hombres son 1,5 veces más emprendedores que las mujeres.
“La tendencia de la mujer en dedicarse al emprendedorismo es positiva. En general emprende por necesidad, sale a cubrir el déficit de ingresos hogareños, sale a solventar a la familia con emprendimientos más chicos, de potencial no muy alto”, describió.
Sobre el futuro del emprendedorismo, dijo que Argentina está “muy bien posicionada en cuanto a su gente, que es creativa e innovadora” y que podrá mejorar su actividad con la llegada de inversiones que faciliten la expansión económica.
Sostuvo que a pesar de que “muchos emprendedores nacen pensando en el mundo como mercado” y orientan su producción a las exportaciones, muchos “ponen su foco en el mercado interno para abastecer el consumo local”.