Así lo asegura un informe de la Fundación Observatorio de pequeñas y medianas empresas. En el escenario “más probable” (y el más optimista) 40 mil personas quedarían sin trabajo.
Según los últimos números oficiales calculados con el nuevo índice de inflación del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), en los tres primeros meses del año Argentina tuvo un aumento de 10 por ciento en los precios. Una realidad que impacta en algunas empresas y podría causar, en el corto plazo, una caída del empleo. Ante ese panorama, la Fundación Observatorio Pyme (FOP) advirtió de que el país ya se encuentra en un período de “estanflación” y que podrían perderse cientos de puestos de trabajo en las medianas y pequeñas empresas argentinas.
Según el informe especial “Productividad, devaluación, inflación y desempleo en las pymes en 2014”, que publicó este martes la entidad, tanto en un caso de inflación creciente como en un panorama estable o decreciente, habrá pérdida de puestos en el sector.
El escenario “probable”
En lo que consideraron el “escenario más probable”, se producirá una escalada de precios importante que irá acompañada de una caída de en torno a 1% en el empleo pyme. Eso significa que unas 40 mil personas quedarían sin trabajo. En cambio, en un escenario de inflación alta pero decreciente, en torno de 35/30%, podría ser posible que el desempleo aumente entre 2% y 4%. En todos los escenarios estos cambios significan la desocupación de entre 40 mil y 120 mil personas”, advirtió la Fundación Observatorio Pyme.
La organización consideró, además, que hoy en día ya es “imposible” mantener el crecimiento y al mismo tiempo combatir la inflación. El nuevo IPC, el programa de “Precios Cuidados”, el recorte de subsidios y la suba en las tasas que dispuso el Banco Central llevan a pensar que el Gobierno se inclinó por esta segunda opción. “Si la política pública lograra por esta vía bajar la inflación, el desempleo aumentará”, advirtieron.
La acción del Gobierno
El informe completó que “el Gobierno intentará paliar esta situación mediante el proyecto de ley enviado al Congreso para fomentar la formalización laboral y, al mismo tiempo, sostener el empleo”. Se trata de una iniciativa que contempla la rebaja de las contribuciones patronales para las pyme y micropyme. En otro orden, si se desagrega por sectores, las perspectivas de empleo son diferentes entre las empresas industriales y las que ofrecen un servicio exportable como, por ejemplo, las de software. La devaluación de fines de enero -continúa el estudio- potenció las oportunidades de este sector, pero para las firmas manufactureras el impacto fue neutro.
Las pymes que están muy focalizadas en el mercado interno no tienen buenas perspectivas para este año. El informe también afirma que la “alta inflación obliga a las pequeñas y medianas empresas a renegociar mensualmente los contratos con clientes y proveedores y, en consecuencia, a postergar cualquier plan de inversión que no sea amortizable en el cortísimo plazo”.
En empresas industriales
Mediante un ejercicio realizado con base en encuestas entre las pymes industriales, la entidad concluyó que las importaciones de estas empresas representan, en promedio, 7% de su valor de producción. “El conjunto de insumos importados representan menos de 20% del gasto total de las pyme en bienes intermedios”, aunque son “insustituibles por producción nacional”, dice el informe, al tiempo que aclara que el control de las compras al exterior que rige desde 2012 afectó negativamente a 64% de las firmas para importar insumos o bienes de capital.