ESCUCHAREl Senado aprobó el proyecto de promoción de las pequeñas y medianas empresas, que contó con respaldo unánime de las diferentes bancadas tras un minucioso debate. Representantes de la firmas subrayan que la iniciativa no atiende a la situación crítica de las firmas
El Senado convirtió en ley el proyecto de promoción de las pequeñas y medianas empresas (pymes), que contó con respaldo de la oposición, tras un minucioso debate.
La iniciativa, que brinda un tratamiento impositivo diferencial a las pyme de acuerdo con las inversiones productivas, fue respaldada no sólo por Cambiemos sino también por el Frente Renovador, el bloque Justicialista y el Frente para la Victoria (FpV).
Si bien el voto favorable fue unánime, desde las filas opositoras como la bancada PJ-FpV hubo referencias a los problemas que ocasionan a la industria nacional, sobre todo a las pymes, “la devaluación y los tarifazos” en materia energética realizados en los últimos meses por el Gobierno nacional y hasta se recordó el veto presidencial a la ley de desempleo impulsada en su momento por los cinco centrales sindicales.
Puntos sobresalientes
Uno de los puntos más importantes de la ley tiene que ver con los Repro, un sistema de subsidios al empleo para empresas en crisis, que ya estaba disponible para compañías más grandes. Será de un sueldo básico y medio, unos $9 mil por cada empleado, que las pymes con problemas recibirán del Estado para evitar despidos.
Los demás puntos sobresalientes de la ley aprobada son los siguientes:
Las micro y pequeñas empresas podrán pagar el IVA a los 90 días de facturado. Para una pyme que le vende a un supermercado y éste le paga a los 90 días, el Estado acompañará con los plazos, ya que pagará IVA hasta que cobre.
Además, se elimina la ganancia mínima presunta. Son 1.300 millones de pesos que se transferirán del Estado a las pymes.
Habrá cambios en el impuesto al cheque. Las micro y pequeñas empresas pueden tomar el total como pago a cuenta del impuesto a las Ganancias, mientras que las medianas y las industriales podrán descontar hasta 50%.
Los saldos impositivos a favor de las pymes podrán ser compensados. Esto se podrá hacer por medio de las cuentas tributarias y, en el caso de que no se pueda compensar automáticamente, se podrá solicitar su devolución, que deberá ser rápida. Para los saldos existentes antes de la presente ley se le podrá ofrecer un bono.
Habrá un esquema simplificado de tributos. Se declara la necesidad de ir a un esquema simplificado de determinación y liquidación de impuestos para las pymes, así como atender en una ventanilla única que le facilite la operatoria impositiva.
Se fomenta a la inversión. Parte de las inversiones realizadas podrán ser tomadas a cuenta del pago de impuesto a las Ganancias. A su vez, se le otorga un bono fiscal por una porción del IVA invertido, es decir, se premia a las empresas que inviertan y generen puestos de trabajo.
Respecto al financiamiento, se establecen instrumentos financieros que le permitan a las pymes un mayor acceso al crédito y al capital de trabajo (ON, letras de cambio, pagarés) y principalmente se obliga a las aseguradoras a invertir más en capital de trabajo pymes (cheques de pago diferido).
Habrá nuevos beneficios impositivos. Se estable que los beneficios impositivos de esta ley se incrementen entre cinco y 15% para las economías regionales.
Sobre la evolución y desarrollo de la cadena de valor, se crea un consejo pyme que analizará las cadenas de valor, el comercio exterior y el otorgamiento de créditos productivos a pymes, monitoreará la situación de las pymes regionales y propondrá medidas adicionales. A su vez, el Ministerio de Ciencia y Técnica dará asistencia a las pymes en procesos de inversión tecnológica.
“Beneficiará sólo a empresas que resulten ‘viables’ en el mediano plazo”
Eduardo Fernández, presidente de Apyme, explicó que “la ley para el fomento de las inversiones para las mipymes no contempla la situación de emergencia de las las micro, pequeñas y medianas empresas”. “Si bien incluye algunos puntos que alivian la situación del sector, como la ampliación del Repro, el pago de IVA a 90 días y la exención del pago de Ganancia Mínima Presunta, la ley no considera ninguno de las medidas propuestas inicialmente para que el conjunto de las mipymes pueda afrontar la situación de incremento de precios, ahogo fiscal, caída del mercado interno, falta de crédito y aumento de importaciones indiscriminadas, entre otros factores que responden a la actual política económica”.
Consultado sobre cuáles son los beneficios que plantea la iniciativa, Fernández sostuvo que “tal como está planteada esta ley terminará beneficiando sólo a las empresas que resulten ‘viables’ en el mediano plazo. Miles de empresas no podrán subsistir en las actuales condiciones recesivas generadas por un modelo económico que favorece a grupos concentrados y sectores agroexportadores, energéticos y financieros en detrimento de la industria nacional, trabajadores y pymes”.
“Desde Apyme seguiremos trabajando intensamente en promover propuestas que atiendan integralmente las reales necesidades del sector”, concluyó el dirigente.“Es oportuna, aun cuando el escenario es de incertidumbre”
“La nueva ley de promoción de las pequeñas y medianas empresas, llega de manera oportuna, aun cuando el escenario se desarrolla con una importante cuota de incertidumbre. Aunque todavía falta una reforma de fondo, destacamos la iniciativa de brindar un tratamiento impositivo diferencial, estimulando las inversiones productivas”, resalta Julio Batista, de la Asociación Empresaria Córdoba (AECba). Concretamente, la entidad considera “notable” la eliminación de Ganancia Mínima Presunta para pymes a partir de 2017, aunque plantean que es preferible su aplicación desde el segundo semestre de 2016. Determinan como “una buena medida”, la deducción de 10% de las inversiones del monto impuesto a las Ganancias y tope de ventas de tres por ciento en el caso de las industrias manufactureras mipymes.
Asimismo, remarcan como “estimulante” el régimen especial de fomento a la inversión para las micro, pequeñas y medianas empresas, por sus créditos fiscales en el IVA con un cupo de 5 mil millones de pesos.
“Con todas estas muy buenas noticias, no debemos olvidar que existen diagnósticos de emergencia productiva en el sector y que es necesario que también haya políticas de protección para empresas en crisis, para sostener el trabajo y consecuentemente la actividad en el mercado interno”, dijo.
