Un estudio realizado por la Asociación Escuela Emprendedores de España puso de manifiesto que la mayoría de los proyectos de formación de apoyo al emprendedor en las universidades no consiguen motivar a los estudiantes universitarios.
La causa es la orientación exclusivamente académica de la universidad y que hace imposible cultivar la cultura emprendedora y no logra que se creen nuevos empresarios. Los estudiantes no se atreven a lanzarse y manifiestan su decidida apuesta por convertirse en funcionarios o trabajar por cuenta ajena. El informe fue realizado valorando los programas de apoyo a la función emprendedora de una decena de universidades y constata la necesidad de incorporar nuevas metodologías para lograr los objetivos académicos planteados.
La clave de tal fracaso se encuentra, según el estudio, en que las clases de formación de emprendedores a los estudiantes se realizan por profesores y no por emprendedores. La mayoría de los profesores que imparte los cursos de emprendedores no ha montado nunca una empresa.
Un segundo elemento de esta falta de motivación es que la materia es de libre elección y de créditos variables, con lo que sólo un reducido grupo de alumnos pasa por el aula emprendedora.
Los estudiantes manifiestan que no se trata de conocer y aprender los conceptos mercantiles o de la empresa, sino de ejercer de emprendedores, con atención especial a la práctica y al análisis real de situaciones de emprendedores. Los alumnos piden ejercer de emprendedores más que aprender conceptos mercantiles.