Por Luz Saint Phat / [email protected]
En los últimos años, los ecosistemas emprendedores de Córdoba y del país crecieron significativamente. Al mismo tiempo, quienes impulsan sus propios proyectos enfrentan desafíos específicos relativos a su bienestar emocional, debido a las exigencias de su actividad. La licenciada en Psicología Adriana López analiza las particularidades de estos perfiles y acerca sugerencias
Emprender es una aventura apasionante pero también puede resultar exigente y desafiante. Esto es así porque trabajar por cuenta propia en un proyecto, que involucra ambiciones tanto profesionales como personales, implica asumir riesgos, enfrentar obstáculos, adaptarse a cambios constantes y lidiar con la incertidumbre.
Además, incluye el desarrollo de numerosas habilidades que hacen a todas las tareas que deben incorporarse en el emprendimiento, más allá de la formación específica que tenga cada persona que decida transitar este camino.
A esto se suma el contexto económico de incertidumbre que suele caracterizar al país, lo cual puede generar un impacto negativo en la salud mental de los emprendedores, afectando su rendimiento, su creatividad y su calidad de vida.
La organización especialista en psicología laboral acompaña con herramientas innovadoras los procesos de trabajo. Entre sus servicios se encuentran el diagnóstico organizacional, el diseño e implementación de programas de bienestar emocional, el coaching individual y grupal, los talleres vivenciales y las charlas informativas.
Así lo indicó la licenciada en Psicología Adriana López (MN 23655), cofundadora de esta iniciativa con sede en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), quien dialogó con Comercio y Justicia sobre este tema.
La especialista advirtió de las causas, las consecuencias y las posibles soluciones para mejorar el bienestar de quienes impulsan sus propios proyectos.
Con precisión, el relevamiento realizado por la entidad que trabaja en el campo de la salud mental, las problemáticas subjetivas que afectan a los emprendedores en la región son la falta de concentración, focalización y organización, la ansiedad, el agotamiento mental y el trastorno de burnout, la depresión y -en una menor medida- el consumo de sustancias o conductas adictivas.
“Los emprendedores tienen características especiales; sus fortalezas, la motivación que sienten para desarrollar su emprendimiento, la pasión con la que empujan su misión, hacen que aprendan a sortear todo el tiempo este tipo de dificultades. Van a innovar, van a transformar, de manera que estas dificultades puedan ser superadas en pos del desarrollo de su propio negocio”, explicó López.
Sin embargo, advirtió de que “la imprevisibilidad y la incertidumbre propias de la economía de nuestro país son situaciones que afectan mucho la emocionalidad de las personas, son generadoras de altos montos de angustia”.
Sobre la base de estos datos, López señaló que “cuidar y favorecer el bienestar emocional se transforma en una necesidad fundamental” para los emprendedores, ya que eso permite el desarrollo de su negocio de manera más exitosa.
Para lograr estos objetivos, la especialista realizó algunas recomendaciones que quienes impulsan sus propios proyectos laborales deben tener en cuenta:
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