Por Diego del Castillo*
Obtener datos de los clientes, crear estrategias pensadas en nuevos análisis de información, generar mayor fidelización y personalización y anticiparse a las necesidades de los consumidores ahora es posible para todas aquellas empresas que deseen contar con su propia billetera digital, lo que abre nuevas puertas a todo tipo de clientes.
La revolución tecnológica ha acelerado los procesos de transformación y evolución de todos los sectores, y ha llegado incluso a cambiar la forma como los clientes realizan sus compras; pasando por métodos de pago con billetes físicos, tarjetas de banda magnética y con chip, hasta la aparición de distintas alternativas electrónicas. Hoy, los métodos de pago móviles a través de billeteras digitales parecen haberse adueñado del comercio en general. Sin embargo, el crecimiento continúa más allá, al lograr implementar nuevas billeteras digitales marca blanca, que cada empresa de forma individual busca potenciar.
Si bien actualmente existen distintas billeteras digitales con un largo camino recorrido y alta penetración en el país, capaces de combinar el uso de tarjetas débito y crédito, transferencias, préstamos, código QR y otras múltiples posibilidades, contar con una herramienta que optimice estas ventajas pero pueda funcionar de forma “blanca”, es decir “sin marca”, para ser comercializada por toda aquella compañía que desee distinguirse de las demás teniendo su propia billetera con nuevas y específicas mejoras adaptadas a sus funciones individuales, es una realidad que hoy impulsa Snoop Consulting.
La idea de facilitar este tipo de billetera para cada empresa está basada en ofrecer un medio de pago alternativo a sus clientes y usuarios, y a su vez un sinfín de ventajas competitivas que repercutirán en el crecimiento de la compañía. Contar con su propia billetera digital se traduce en poder obtener datos de los clientes, crear estrategias pensadas en nuevos análisis de información, generar mayor fidelización y personalización, anticiparse a las necesidades de los consumidores y disponibilizar del dinero de forma inmediata, incluso antes de que compre sus productos o pague algún servicio. Todo esto se puede simplificar al garantizar su funcionamiento en sólo tres meses.
Asimismo, para el usuario resulta en mayores opciones para elegir donde manejar su dinero, más flexibilidad y funcionalidad, mejores beneficios, posibilidades de reducir fraude y robo, realizar compras de forma más ágil y rápida, mayor control financiero, recibir innovadoras recompensas y, por supuesto, ahorrar tiempo y espacio físico en cada billetera.
Actualmente se está observando cómo la pasada pandemia de covid-19 frenó muchos avances en los últimos años, pero, por el contrario, en el ámbito de la inclusión financiera actuó como un catalizador que impulsó el aumento de los pagos digitales en medio de la expansión de los servicios financieros tradicionales.
En este contexto, teniendo en cuenta un estudio del Banco Mundial en el que se expone que alrededor de 1.400 millones de adultos en todo el mundo aún no están bancarizados, ésta parece ser una puerta de entrada para ofrecer herramientas financieras de alto alcance.
* Gerente de Proyectos para Banca y Salud de Snoop Consulting