El año pasado, 1,7 millón de personas contrajeron VIH, lo que hace que más de 38 millones tengan VIH, y fallecieron 690.000 por enfermedades relacionadas con el sida. Este año era el determinado por el Programa del Sida de la Organización Mundial de la Salud (Onusida) para su plan “90-90-90”, que implicaba que 90% de las personas con VIH estuviera diagnosticada, que 90% de ellas recibiera tratamiento y que 90% de los tratados tuviera la carga indetectable.
Aunque de acuerdo con los últimos datos de Onusida se está produciendo una paulatina reducción en el número casos, en el nuevo informe -“Venciendo las pandemias con las personas en el centro de la respuesta”-, publicado con motivo del Día Mundial del Sida, que se celebró ayer en todo el mundo, Onusida reconoce que dichos objetivos son hoy un poco menos alcanzables, debido especialmente a la pandemia de covid-19.
Aunque la respuesta mundial frente al VIH y el sida ya se había ralentizado antes del covid, la rapidísima expansión de la enfermedad ha supuesto un importante contratiempo.