El referente de la Organización Panamericana de la Salud estuvo en Córdoba y advirtió que en Argentina hay tres médicos por cada enfermo, cuando en Estados Unidos y Canadá la proporción es exactamente inversa.
“En Argentina lo que sale más a la a vista es que hay un número de médicos muy elevado en comparación a la composición del personal de salud. Hay una desproporción. Por ejemplo, en Estados Unidos y Canadá hay tres enfermeras por cada médico y aquí la proporción es inversa: hay tres médicos por cada enfermera”. Con esta comparación numérica, el representante de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) para Argentina, Pier Paolo Balladelli, graficó a Comercio y Justicia el escenario de desproporción que existe en los recursos humanos en Salud en el país.
Estas declaraciones las hizo en Córdoba, durante el primer Foro de Facultades de Medicina que abordó el perfil de médico que Argentina necesita para así enfocar la formación.
“Hay también un tema con la distribución de personal desde el punto de vista de la parte urbana y rural. Es un problema común en todos los países, donde la concentración de médicos y especialistas es muy fuerte en las ciudades y el campo está más desprotegido; entonces, la densidad no es homogénea. Eso hay que pensarlo bien. Nosotros insistimos en que hay que trabajar un enfoque de equidad entre las provinicias y dentro de ellas”, agregó.
El especialista también se refirió a otro de los temas recurrentes durante el encuentro: la necesidad de formar médicos para la prevención en el marco de la Atención Primaria de la Salud (APS).
– ¿Qué estrategias de países de la región pueden observarse como ejemplos a seguir para impulsar la APS en Argentina?
– Hay países que han mejorado mucho mirando la APS. Me refiero a Brasil, por ejemplo, pero son situaciones muy distintas a la de Argentina. Brasil tiene un sistema único de salud, entonces, de alguna manera es más sencillo porque tiene una directiva nacional para que entre esa perspectiva transversal de la APS y es un sistema unitario. Pero Argentina es un sistema profundamente segmentado y estratificado en donde hay mucha presencia de privados, de obras sociales, entonces es más dificil llegar a que todos utilicen el mismo criterio y trabajar de una forma coordinada. Se puede, igualmente, pero hay que hacer mucho más trabajo de concertación porque es un país federal y no se puede imponer algo sino que todas las provincias tienen que estar de acuerdo. Por el otro lado, entre las obras sociales, las prepagas y los ministerios de Salud tiene que haber una plataforma común, una articulación. Puede ser un camino muy largo o no llegar nunca o puede ser muy corto. Depende también de cómo la sociedad civil, el usuario se organiza y reclama.
– ¿Cómo observa el escenario del país para reorganizar los recursos humanos en función de los médicos que el país necesita?
– Hay muchas iniciativas que permiten pensar que hay un horizonte de integración entre educación y salud para una mejor formación, tenemos que ir por ese camino. Un elemento muy importante para ir en esa dirección es un observatorio de recursos humanos, que ya es una realidad en el sector salud en muchas provincias, que fuera manejado por los ministerios a nivel nacional y en las provincias, en conjunto. Así, ese observatorio puede dar los insumos a la formación (universitaria) para ver cómo reorientar los programas de acuerdo con las necesidades de la población. Todos esos observatorios hoy están incipientes pero sirven no sólo para recoger algunos datos sino un punto donde se piensan estrategias y se invita a la ciudadanía a informar.
En otro orden, Balladelli también apuntó a pensar en los cambios en las competencias para el nuevo médico. Pasar de un médico que trabaja sobre el control del daño a uno que actúa en promoción de la salud, un galeno que trabaja solo o con un ayudante a uno que trabaja en un equipo interdisciplinario.
En Córdoba
– La semana pasada, el ministro de Salud de la provincia, Carlos Simon, reconoció el problema de la desproporción en recursos humanos.
– “El sistema de salud pública tiene 3.400 médicos contra 4.700 enfermo, por lo tanto hay una desproporción importante. Hay suficientes médicos, hay que ver cómo están distribuidos y qué están haciendo”, dijo.
– Simon reconoció también que a la provincia le hacen falta, al menos, unas 500 enfermeras más.