Entre los factores que más pesan a la hora de decidirse por un posgrado a distancia se destaca la claridad y facilidad de la metodología a emplear (68% de las opiniones) y -en segundo lugar (todos con más de 50 %)- el costo, la posibilidad de rendir examen a distancia y el mecanismo de consultas y tutorías.
Así lo resaltan las conclusiones de la radiografía de consumo de posgrados.
La “restricción laboral” figura entre las razones más significativas vinculadas con la elección de la modalidad a distancia, al igual que la “restricción de desplazamiento” y “restricción horaria”.
Con respecto de los costos para elegir cursar a distancia en lugar de presencial, las razones esgrimidas fueron contundentes: “El costo para viajar y residir no estaría a mi alcance”, “Porque es difícil trasladarse a otro lugar por los costos y por el trabajo que se debe cumplir”, “Por las distancias y los costos que se originan y por no vivir en el lugar donde se dicta el posgrado”, entre otros argumentos expresados.