El liderazgo ejercido por las mujeres es “práctico, participativo y directo” y, además, favorece la colaboración entre el líder y el subordinado, según consideraron las mujeres encuestadas.
¿Existe una forma específica de dirigir de las mujeres? Más de la mitad de las mujeres trabajadoras así lo piensan. Según se desprende del estudio “La Mujer Profesional en el Siglo XXI”, realizado por Womenalia, 57,5 por ciento de las trabajadoras considera que sí existe un estilo de dirección femenino.
De ese porcentaje, 55 por ciento está a favor de incorporarlo en las empresas, puesto que considera que ayudaría a favorecer la conciliación de la vida familiar y laboral, según consignó el sitio Equiposytalento.com
¿Cómo dirigen las mujeres?
Las mujeres que consideran que existe el estilo de liderazgo femenino coinciden en definirlo como un estilo de dirigir práctico, participativo y directo, que favorece la colaboración entre el líder y el subordinado. “Se trata de una forma de liderar en la que se apuesta por la gestión del talento humano, sacando lo mejor de cada trabajador para cada proyecto”, según se desprendió del informe.
Del mismo modo, las mujeres directivas favorecen la interacción y el diálogo y consiguen la implicación y el compromiso de los equipos.
En definitiva, es un tipo de liderazgo que logra la implicación y el compromiso de los trabajadores, pieza angular de las empresas.
¿Y los hombres?
En cuanto a la forma de dirigir de los hombres, las mujeres opinan que se trata de un tipo de dirección en el que prima la competitividad y el éxito personal. Y que se trata de un liderazgo enfocado a corto plazo, en el que la gestión del tiempo está basada en el número de horas en la oficina.
La gran mayoría de las trabajadoras considera que el estilo de liderazgo femenino y el masculino son complementarios y, por lo tanto, deberían estar presentes en partes iguales en la empresa. Consideran, además, que la convivencia de ambos favorecería la igualdad de oportunidades.
Sin embargo, según se desprende del estudio, esto no es así puesto que 40,6 por ciento de las mujeres que trabajan en relación de dependencia (56 por ciento) afirma que la presencia de mujeres en altos cargos en sus empresas es nula o inferior a 25 por ciento.
En opinión de las trabajadoras, las barreras con las que las mujeres se encuentran a la hora de escalar puestos son: el tiempo de dedicación al puesto (25,8 por ciento); las dificultades para conciliar (30,2 por ciento); y la desigualdad de género (30,5 por ciento).
Además, hacen hincapié en la falta de promoción interna que hay en las compañías (32,5 por ciento).
Algunas propuestas
En tanto, también se destacan algunas propuestas concretas de este colectivo para eliminar dichas barreras: implantar medidas reales para la conciliación de la vida familiar y profesional (teletrabajo o guarderías corporativas), flexibilidad horaria laboral, trabajo por objetivos y valoración por resultados, mayor implicación de los departamentos de RRHH en el momento de detectar talento.