La IA sacude las reglas del juego empresarial: la reinvención del liderazgo

Ahora los líderes deben combinar empatía, creatividad y pensamiento crítico con una adopción ética y estratégica de la inteligencia artificial. Además, necesitan fomentar la alfabetización tecnológica en sus equipos

En un mundo atravesado por la irrupción de la inteligencia artificial (IA), el desafío trasciende la mera adaptación tecnológica, implica articular redes de trabajo y experiencias para desarrollar estrategias que se adapten a la economía, recursos y capacidades.

“Nuestra región no está a la vanguardia en este tema, y sostiene problemas de acceso y formación básicos que precisa resolver a la par de diseñar estructuras, puestos, procesos y fortalecer culturas donde las personas creen con y a partir de tecnologías de IA. Este contexto complejo e incierto exige líderes resilientes, creativos, y humanos, sobre todo, humanos, es decir, vulnerables, cercanos y genuinos”, señaló a Comercio y Justicia Vanesa Guajardo Molina, consultora en Aprendizaje Organizacional y docente universitaria.

Junto a Natacha Represa, directora del Laboratorio en Ciencia de Datos e IA en la Universidad Católica Argentina (UCA) y también consultora estratégica en Inteligencia Artificial en Lisicki Litvin & Asociados, analizaron las relaciones entre liderazgo e inteligencia artificial. 

De acuerdo al Informe sobre el Futuro del Empleo 2025 del Foro Económico Mundial (WEF), se espera que para 2030 la creación de nuevos empleos y el desplazamiento de puestos de trabajo vinculados a la IA represente un 22% del total de empleos formales actuales. La inversión en recualificación y mejora de habilidades creció significativamente: un 50% de trabajadores recibirá formación en 2025, frente al 41% en 2023. Las estrategias para acompañar este cambio tecnológico abarcan desde financiamiento empresarial y capacitación gratuita hasta los apoyos públicos. El Foro Económico Mundial advierte que esta transformación ocurre en medio de tensiones geopolíticas y económicas, lo que demanda líderes con mayor capacidad de adaptación.

Habilidades

“En este escenario, ¿qué líderes necesitan las organizaciones para acompañar la incorporación de IA? El debate trasciende la simplista idea de “robots reemplazando personas” e invita a pensar colectivamente la transformación más profunda en las habilidades y enfoques que definen el liderazgo contemporáneo”, subraya Natacha Represa, doctora en Ciencias Exactas y en Ingeniería Geomática. 

En entornos marcados por la volatilidad e incertidumbre, los líderes contemporáneos deben priorizar el bienestar, la diversidad y el aprendizaje continuo. Según el WEF, habilidades humanas como creatividad, pensamiento crítico y empatía son esenciales para liderar procesos con IA, no como sustituto, sino como complemento.

Los líderes actuales también deben fomentar espacios inclusivos que integren la diversidad generacional y desarrollar la alfabetización tecnológica, entendiendo el funcionamiento de la IA y sus implicaciones éticas, como la privacidad, la transparencia y el uso responsable de la información.

En Argentina, el desafío es significativo: sólo tres de cada 10 empresas reconoce habilidades relacionadas con la IA, según el IBM Global AI Adoption Index 2023.

Consultadas por las industrias que están experimentando los mayores cambios en liderazgo debido a la integración de la IA, las profesionales identificaron varias.

“En Argentina, el sector de las telecomunicaciones usa la IA para mejorar la atención al cliente y el análisis de datos. En energía, la IA ayuda a optimizar la exploración de hidrocarburos. La banca y el comercio electrónico la usan para detectar fraudes y personalizar servicios. La alimentación y la agroindustria la aplican para optimizar la cadena de suministro. A nivel global, según el WEF, las tecnologías de información, manufactura avanzada, electrónica, automotriz, servicios financieros y seguros son las que más crecimiento esperan en el uso de la IA. En contraste, sectores como la agricultura y la pesca muestran menor adopción. La salud también está en una transformación con la IA”, describió Guajardo Molina. 

Riesgos

Quienes lideran, al integrar inteligencia artificial en sus procesos de gestión y toma de decisiones, necesitan tener en cuenta sus implicancias éticas. “Los algoritmos pueden perpetuar sesgos, la calidad de los datos puede no ser verificada, controlada, y la privacidad puede verse vulnerada. También hay riesgos de seguridad cibernética y el uso inadecuado de la información personal. La falta de transparencia en los modelos de IA genera desconfianza. Uno de los roles de quienes lideran es velar por estos aspectos que atraviesan cualquier proceso y proyecto de la empresa”, advirtió Represa.

¿Cómo pueden los líderes equilibrar la toma de decisiones humanas con las recomendaciones basadas en datos de la IA?

En respuesta a esta pregunta, recomendaron adoptar el uso de IA de manera complementaria. Evitando reemplazar la experiencia y vinculación humana, y la revisión creativa y crítica. Además, proponen implementar marcos de decisión híbridos, que integren datos y conocimiento experto, para facilitar la inteligencia colectiva y la cocreación en los equipos. 

“La IA no reemplaza la vinculación humana. La clave está en poner a las personas al centro de la estrategia y en entender que la IA puede ser una aliada, no un sustituto”, resaltan.

Casos de impacto

Algunos ejemplos de cómo están aplicando IA las empresas. “Existen empresas que usan IA para analizar en tiempo real la satisfacción y productividad de sus equipos, permitiendo a líderes personalizar estrategias y favorecer entornos laborales más humanos. Por otro lado, en otras organizaciones la IA se utilizó para detectar sesgos en procesos de selección y evaluación. De a poco, el liderazgo facilita entornos colaborativos que priorizan el bienestar del equipo, rompiendo con prácticas que limitan el despliegue del talento”, contó Represa. 

En tanto la magíster en consultoría y desarrollo organizacional Guajardo Molina concluyó: “La IA, integrada al modelo de negocio, la estructura de roles y equipos, desde una mirada ética y con impacto social, puede ser una aliada para líderes que entienden su rol como facilitadores del desarrollo individual y colectivo”.