ESCUCHARCientíficos de la UNC lograron enriquecer el sistema online de tutorías que responde consultas de estudiantes de manera automática. Lo lograron por medio de un conjunto de algoritmos que incorporan información contextual para interpretar acabadamente las preguntas que hacen los jóvenes.
Investigadores de la Facultad de Matemática Astronomía y Física (Famaf) de la UNC mejoraron la capacidad de un sistema online de tutorías –en el cual las preguntas son respondidas automáticamente– para que pudiera comprender mejor las consultas realizadas por los estudiantes.
Lo lograron por medio de un conjunto de algoritmos (secuencia de instrucciones que permite solucionar un problema específico) que incorporan información contextual para interpretar acabadamente las indagaciones.
Se trata de un aporte para fomentar y dinamizar la enseñanza de programación en las escuelas de todo el país. La información fue difundida ayer por la agencia de noticias científicas UNCiencia.
El desarrollo de los servicios y herramientas tecnológicas que miles de usuarios aprovechan a diario está fundamentado en las ciencias de la computación. En esa línea se inscribe el uso de tutores y asistentes virtuales automatizados; es decir, sistemas educativos inteligentes, que no requieren la intervención de una persona y sirven para dinamizar procesos de aprendizaje no presenciales.
Consisten en una interfaz online, con un formato sencillo y entretenido, en la cual los alumnos pueden escribir preguntas y obtener respuestas automáticas, que van desde horarios y requisitos para la presentación de un trabajo hasta explicaciones más complejas, todo en tiempo real. Como están disponibles durante las 24 horas de cada día de la semana, posibilitan que los estudiantes tengan un acceso permanente.
Debido a sus grandes potencialidades, este tipo de instrumentos se utiliza cada vez con mayor frecuencia en diferentes niveles de la enseñanza formal y no formal.
Instructores inteligentes
El aporte de los científicos cordobeses apuntó a que estos tutores virtuales -también denominados “instructores inteligentes”- pudieran comprender mejor las preguntas que les formulaban los alumnos.
¿Cómo lo lograron? Incorporando expresiones referenciales para mejorar su capacidad de inferencia.
Luciana Benotti, directora del proyecto, lo explicó así: “Un agente inteligente realiza continuamente operaciones de inferencia, que transforman información implícita en explícita. Con estos algoritmos, logramos enriquecer la información contextual que tienen en cuenta estos tutores virtuales para que pudieran identificar con mayor claridad lo aprendido por los estudiantes y guiaran mejor su aprendizaje”.
Para el desarrollo de los algoritmos utilizaron metodologías estandarizadas de ingeniería de software y se realizaron evaluaciones experimentales en más de 30 escuelas de la provincia de Córdoba. De esa manera, se validaron empíricamente los instrumentos creados en entornos educativos reales de nivel medio.
Finalmente, Benotti concluyó que “las tecnologías, en sí mismas, no dominan nuestros actos.
Pero, quienes desarrollan tecnologías pueden dominar o determinar nuestras acciones. Se trata de un modo de ejercer poder. En definitiva, conocer sobre programación y computación es una manera de acceder a mayor autonomía. En ese sentido, se torna una necesidad estratégica incorporar conocimientos sistemáticos sobre programación en las aulas”.
