En plena tercera ola, fatiga y depresión afectan al personal de salud

“Hay una consecuencia que es la pandemia asociada a trastornos psiquiátricos”, advierte el intensivista Andrés Peñaloza, integrante del Comité de Asesores de Salud provincial. En tanto, el presidente de la Sociedad de Terapia Intensiva de Córdoba, Ezequiel Manrique, habló de la sobrecarga de los recursos humanos a raíz de pares infectados y falta de vacaciones

Con un ritmo vertiginoso de contagios en Argentina -ayer se reportaron 120.982 nuevos casos, 13.970 en Córdoba, y 189 muertes-, la tercera ola de covid-19 no se manifiesta hoy en terapias intensivas saturadas sino que deja al descubierto el cansancio extremo y la depresión del personal de salud. Así lo informan tanto la Sociedad de Terapia Intensiva de Córdoba, la Sociedad Argentina de Terapia Intensiva (SATI) y un reciente estudio de la Organización Panamericana de la Salud (OPS).

El referente de la SATI, Arnaldo Dubin, alertó ayer sobre que el país está "viviendo una situación epidemiológica totalmente descontrolada, con un aumento descomunal en el número de contagios", y señaló que las complicaciones en el sistema de salud en esta ocasión no serán por la falta de "camas y respiradores" sino por la intensidad de la fatiga de los profesionales de la salud.

"No estamos entrando en una fase endémica: estamos en uno de los peores momentos de la pandemia. Ahora no faltan camas ni respiradores pero hay una fatiga terminal de los trabajadores de salud producto de una sobrecarga de trabajo brutal", subrayó.

Consultado sobre el tema en Córdoba, Andrés Peñaloza, integrante del Comité de Asesores del Ministerio de Salud de la Provincia e integrante de la Sociedad de Terapia Intensiva de Córdoba, se expresó en igual sentido ante la consulta de Comercio y Justicia.

“El nivel de tensión es alto, el nivel de alerta nunca se desactiva, hay agotamiento del personal de salud”, señaló el especialista, quien ya se infectó dos veces, una cuando todavía no había vacunas y luego con ómicron.

“Hay una consecuencia en esta pandemia que es la pandemia asociada a trastornos psiquiátricos, de desorden de salud mental, con trastornos de sueño, atracones, depresiones”, subrayó.

Por su parte, el nuevo presidente de la mencionada sociedad, de Córdoba, Ezequiel Manrique, también se refirió a la fatiga que están viviendo en esta etapa los equipos de salud.

“La situación de fatiga es una realidad. Enero y febrero son meses cuando uno se toma vacaciones y con todo esto hay mucha gente que no puede tomarse vacaciones después de casi dos años trabajando sin cesar. En las vacaciones del año previo fueron muy pocas las personas que pudieron realizar actividad recreativas porque las restricciones estaban dando vuelta, además”, detalló el médico a este medio .

“En este momento, lo que se suma a toda esta fatiga es que como hay una gran cantidad de contagios uno sigue siendo parte de la sociedad y el personal de salud también se ha infectado, gente que hay que reemplazar y termina sobrecargando a personas que no tienen el aislamiento o no tienen la infección o se le termina suspendiendo las vacaciones para poder seguir manteniendo el sistema”, explicó el titular de la entidad.

Recurso escaso

Manrique alertó sobre que los intensivistas siguen siendo “un recurso escaso, hay poca gente especializada”. Agregó: “Si a eso le sumamos el cansancio, los enfermos, seguimos siendo mucho menos que antes a la hora de hacer la atención; por eso, a pesar de que no hay un colapso sanitario por ocupación de cama o por saturación de las camas con ventilación mecánica, no hay personal necesario como para hacer frente en este momento en forma tan holgada como uno cree”. Según estimó, si bien los intensivistas son más de 200 en la provincia, son alrededor de 160 los matriculados con la especialidad activa al día, que ejercen efectivamente.

Alertan sobre episodios depresivos y pensamientos suicidas en equipos de salud

El personal de salud de once países de América Latina, entre ellos Argentina, presenta elevadas tasas de síntomas depresivos, pensamientos suicidas y malestar psicológico, según los resultados de un estudio que acaba de divulgarse, liderado por las universidades de Chile y Columbia, con la colaboración de la Organización Panamericana de la Salud (OPS).

El informe The Covid-19 HEalth caRe wOrkErs Study (Heroes) muestra que entre 14,7% y 22% del personal de salud entrevistado en 2020 presentó síntomas que permitían sospechar un episodio depresivo, mientras que entre un 5% y 15% del personal dijo que pensó en suicidarse. El estudio también revela que en algunos países sólo recibió atención psicológica cerca de un tercio de quienes dijeron necesitarla.

“La pandemia evidenció el desgaste del personal de salud y en los países en los que el sistema de salud colapsó, el personal sufrió jornadas extenuantes y dilemas éticos que impactaron en su salud mental”, afirmó Anselm Hennis, director del Departamento de Enfermedades No Transmisibles y Salud Mental, de la OPS. “La pandemia no ha terminado. Es esencial cuidar a quienes nos cuidan”, subrayó.

El estudio consistió en entrevistas a 14.502 trabajadores sanitarios de Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Bolivia, Guatemala, México, Perú, Puerto Rico, Venezuela y Uruguay, y contó con la participación académicos e investigadores de decenas de instituciones de esos países.