En la Conferencia de la Red Nacional e Integral sobre Cáncer de los Estados Unidos (NCCN 2022), que tuvo lugar días atrás, se presentó una investigación que midió el llamativo incremento de casos de esta enfermedad en el tiempo: creció 35% en hombres y 8% en mujeres entre 2000 y 2019 en las Américas, Europa, África, sudeste asiático y las regiones del Mediterráneo oeste y el Pacífico oeste, habiendo registrado más de 16 millones de diagnósticos en el mundo y casi nueve millones de muertes.
Es la leucemia mieloide aguda (LMA), que representa 80% de los casos de leucemias agudas en adultos y ese incremento ocurrió particularmente en hombres, en quienes es más frecuente.
Por el día mundial de esta leucemia, que se conmemora cada 21 de abril, la Asociación Leucemia Mieloide Argentina (ALMA) destaca que esta enfermedad representa una “emergencia médica” que debe ser atendida cuanto antes porque progresa rápidamente. Además, debe garantizarse el acceso oportuno a los tratamientos innovadores -cuando éstos sean necesarios- porque mejoran el pronóstico de esta enfermedad, de por sí difícil de tratar.
Con quimioterapia intensiva o trasplante de médula ósea, 40% de los menores de 60 años que desarrollan leucemia mieloide aguda (LMA) podría curarse, aunque el pronóstico va empeorando en los casos que superan esa edad.
Si bien el estudio antes mencionado no exploró las razones de ese incremento, especialistas argumentaron que podría atribuirse -al menos en parte- a las mejoras en el diagnóstico y registro de esta enfermedad.
Fernando Piotrowski, director de ALMA, subrayó que “estos hallazgos permiten dimensionar el impacto de esta compleja enfermedad, que se desata rápidamente y no admite demoras. Cada hora cuenta ante el diagnóstico de esta leucemia. Por eso insistimos en que se pueda acceder al tratamiento que corresponda sin dilaciones ni obstáculos. La ciencia avanza y nuestra autoridad regulatoria va aprobando nuevas opciones que llegan para mejorar su tratamiento, pero es indispensable que las políticas de acceso de los financiadores del sistema de salud acompañen el ritmo de la innovación”.
Signos de alerta
Algunos signos y síntomas permiten sospecharla. Los más frecuentes son falta de aire, aparición de moretones, fiebre, debilidad y propensión a infecciones. Como son algo inespecíficos, no ayudan a despertar rápidamente una sospecha y esta enfermedad progresa tan rápidamente que cada día que pasa hasta su diagnóstico es crítico.
Sobre este punto, María Marta Rivas, médica hematóloga, jefa del Servicio de Hematología del Hospital Universitario Austral, explicó que “para muchos tipos de cáncer, la detección temprana ofrece un mejor pronóstico, por eso se recomienda la realización de mamografías, colonoscopías y controles prostáticos, sólo por mencionar algunos”.
Sin embargo, reconoció que, en el caso de esta leucemia, “por la forma como se desarrolla, no existen estudios útiles para descubrirla en estadios tempranos, entonces la mejor manera de encontrarla es no demorando la visita médica ante alguno de estos síntomas que llame la atención”.
“Tras el diagnóstico, el tratamiento debe iniciarse idealmente dentro de los pocos días posteriores, mientras que los tiempos del Estado, de las obras sociales y de las prepagas muchas veces se miden en semanas. En esta enfermedad, el paciente no tiene ese tiempo de espera, la vida se le escurre de las manos si no recibe a tiempo el tratamiento para frenar la multiplicación descontrolada de células malignas, eliminar las existentes, lograr la remisión completa y esperar a que ésta no regrese”, reforzó Piotrowski.