Adaptabilidad, estabilidad emocional y empatía son aptitudes que demandan los denominados trabajos del futuro. Ayer se conocieron los resultados de un estudio realizado por el Observatorio
de Tendencias Sociales y Empresariales de la Universidad Siglo 21
Los denominados “trabajos del futuro” requieren competencias socioemocionales como adaptabilidad, estabilidad emocional y empatía. Así lo identificó el Observatorio de Tendencias Sociaes y Empresariales de la Universidad Siglo 21, que ayer difundió los resultados de un nuevo estudio sobre el mercado laboral argentino.
“La investigación estudió cómo la educación y el desarrollo de competencias profesionales se posicionan como un factor de crucial importancia para garantizar la empleabilidad. En contextos sumamente cambiantes, tanto a nivel socioeconómico como de dinámicas, innovaciones, necesidades y requerimientos, es necesario poder contar con las herramientas adecuadas para el desarrollo profesional. Hoy las habilidades blandas son el complemento perfecto de los conocimientos teóricos, que, en conjunto, generan un verdadero impacto en el ámbito laboral”, detalló la investigación.
Por ello, más de 81% de los trabajadores argentinos señala que la adaptabilidad al cambio, mantener la estabilidad emocional y la empatía son cualidades socioemocionales altamente necesarias en sus actividades. Además, siete de cada 10 creen que conservar la calma en circunstancias tensas es otra competencia diariamente demandada.
“Proyectarse al futuro, de eso se trata. Ante un mundo laboral cada vez más interconectado y competitivo quienes logren capitalizar estas competencias, complejas y diversas, tendrán lo necesario para responder a los negocios del futuro. Si esto no sucediera, pueden quedar excluidos de estos nuevos perfiles laborales”, enfatizó Leonardo Medrano, secretario de Investigación de la casa de altos estudios y coautor del estudio.
Los contextos resultan tan dinámicos, que más de 40% considera indispensable para su labor tener cierta capacidad para predecir la ocurrencia de escenarios contingentes. Esto se refiere a la habilidad individual de reorganizar las prioridades, acomodar el esfuerzo hacia las tareas, así como aplicar nuevos conocimientos a las formas de trabajo, cumpliendo con los tiempos esperados. Con relación a ello, aproximadamente dos de cada tres evalúan al aprendizaje de nuevas modalidades como indispensable a la hora de enfrentar una alteración en las condiciones laborales.
“Una consecuencia inmediata de no disponer de estas competencias será el aumento de los problemas de estrés en los trabajadores, ya que éste aparece como claro ejemplo de un desbalance entre las demandas y los recursos.”, acotó Medrano.
Por otra parte, tres de cada cuatro trabajadores consideran indispensable tener la capacidad de respetar la opinión de otras personas, escuchar atentamente, expresarse de manera clara para lograr entendimiento y comprender la posición de los otros. Estas cualidades están sumamente ligadas a los nuevos liderazgos y su relación con las generaciones más jóvenes, ya que deben contar con otras herramientas para conformar y establecer equipos.