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El Colegio de Abogados destacó el festejo en un marco histórico que los impulsa a reflexionar sobre la unión profesional para resolver sus problemas.
Ea celebración del Día del Abogado en el marco del Bicentenario toma otro cariz. La reflexión sobre un legado de “unión” repercute en el análisis de Cristina Curtino, la presidenta del Colegio de Abogados de Córdoba, que resalta que estos 200 años de historia “nos dejan una enseñanza, la de unirnos todos los abogados para resolver los problemas del diario trajinar”.
“Queremos que Tribunales por lo menos se informatice para que los abogados puedan leer los decretos de los expedientes en su estudio, ello va a ayudar muchísimo a que no haya tantos letrados circulando en Tribunales”, apunta como prioridad en pleno 2010, en una sociedad que hace rato se maneja con las tecnologías de la información y la comunicación y es moneda corriente para el desempeño profesional.
La infraestructura en el Poder Judicial, en el que a diario litigan, es otra bandera de reclamo del sector que este año ganó terreno público con el asueto por la falta de calefacción. “Creo que para el Tribunal Superior esto que pasó fue muy grave, sobre todo por la crítica social. Creo que va a ser un llamado a la reflexión sobre que este edificio no puede estar en estas condiciones. En tres días se suspendieron más de mil audiencias”, recordó Curtino, quien encara una encuesta entre los matriculados para relevar si la Justicia cumplió efectivamente con aquellas audiencias que debían ser reprogramadas por el asueto.
Por otra parte, apuntó a otros problemas que considera prioritarios, como la necesidad de “no generalizar” los efectos que ha generado la investigación iniciada por fraude contra las ART, en la imagen de los letrados. En este sentido, el Colegio reclama la devolución de computadoras de trabajo que se les han retirado a letrados sin estar imputados en la causa. “El abogado es imprescindible, la gente necesita que le defienda sus derechos, tenemos que reivindicar la imagen profesional”, resaltó.
Finalmente, al ser consultada sobre la creciente “judicialización” de todos los órdenes de la vida, fue contundente. “Todo lo que sea reclamar por sus derechos es válido, la sociedad tiene más conocimiento de ellos. Ya el sumiso no existe en esta sociedad, en otros países sí los hay, pero acá ya no”.
