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Por Patricia Junyent *
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) ha intervenido en casos de mujeres argentinas víctimas de violencia por motivos de género, que han sufrido -como muchas- lesiones a sus derechos más fundamentales.
Se lograron acuerdos de solución amistosa gracias a los cuales el Estado argentino reconoció su responsabilidad internacional y pidió disculpas, además de asumir la obligación de adoptar medidas que procuren su reparación y prevención.
Ciertamente, tanto el Estado como las personas físicas tienen responsabilidad por los daños que ocasionan. Máxime frente a personas vulnerables.
Dicho avenimiento sucedió hace un tiempo en el caso de Ivana Emilce Rosales, quien había sido víctima de un intento de homicidio en un contexto de violencia por motivos de género y la justicia, lejos de procurar su tutela, la revictimizó por medio de actuaciones y decisiones discriminatorias y estereotipadas. Como consecuencia de todo ello, en el transcurso del procedimiento ella falleció.
Entonces, el Estado argentino realizó un acto de disculpas públicas a sus familiares y durante el encuentro se llevó a cabo la firma del Acuerdo de Solución Amistosa ante la CIDH, que no sólo implicó el reconocimiento de la responsabilidad internacional del Estado argentino sino también el compromiso de profundizar la labor para prevenir y erradicar la violencia machista.
El convenio suscripto durante dicha ceremonia involucró la adopción de una serie de medidas de reparación por parte del Estado, con alcance federal, dirigidas a fortalecer el acceso a la justicia y asegurar el acompañamiento integral a personas en situación de violencia por motivos de género.
Ahora bien, sobre el último compromiso debe seguir avanzando el Estado argentino.
En efecto, en el Informe de Solución Amistosa Nº 305/22, la CIDH valoró el cumplimiento total de las medidas del acta de compromiso provincial relacionadas con la asignación de una vivienda y el brindar asistencia jurídica a Abril Rosales; la entrega de una indemnización pecuniaria; el pago de costas y gastos.
Asimismo, ponderó la difusión de la película Ella se lo buscó en instituciones educativas; así como la realización de un acto público de reconocimiento de responsabilidad internacional del acuerdo de solución amistosa.
Finalmente, la CIDH decidió continuar con el seguimiento del resto de las medidas acordadas hasta verificar su total implementación.
En clave de género
Otro caso de una mujer argentina destacado seguido por ante la CIDH, en clave de género y vulnerabilidad, en el cual se alegó la responsabilidad internacional de Argentina fue el de Graciela Ramos Rocha. En dicha oportunidad, la parte peticionaria denunció que para escapar de la grave situación de violencia doméstica a la que el marido la sometía desde hacía años, abandonó la habitación de propiedad de la familia de aquel y, en consecuencia, ocupó junto a sus hijos, una vivienda que encontró vacía, sin forcejear cerraduras.
Aclaró que, para la época de los hechos, estaba embarazada, sin trabajo y a cargo de tres hijos menores de edad -uno de los cuales tenía una severa discapacidad física e intelectual-.
Graciela, quien formaba parte de una familia en situación de extrema vulnerabilidad, habría sido denunciada y sometida a un proceso penal por la comisión del delito de usurpación en mérito del cual se la condenó.
En este marco, el Estado argentino recurrió al mecanismo de solución amistosa y producto del acuerdo alcanzado, admitió la falta de salvaguardas existentes para satisfacer los derechos económicos y sociales básicos de una familia en situación de extrema vulnerabilidad. Dicho reconocimiento fue parte de una serie de reparaciones entre las cuales se entregó una casa propia a Graciela.
Así observaron, una vez más, los pasos fundamentales en pos de la defensa de las mujeres argentinas cuyo inicio es reconocer la responsabilidad existente, intentando evitar en el futuro su reiteración y procurando afianzar los mecanismos de tutela de sus derechos.
Vemos cómo, en el marco del mecanismo de solución amistosa de dicho organismo internacional, el Estado argentino procura transitar el camino de autocomposición de conflictos.
* Coordinadora de la Oficina de Gestión y Apoyo del Centro Judicial de Mediación del Poder Judicial de Córdoba.
