En su paso por Córdoba, el especialista Enrique Stola subrayó la necesidad de privilegiar los derechos de niñas y niños víctimas de abuso sexual y habló de la ignorancia de los jueces en la materia.
“Hasta ahora no hay indicadores científicos que digan que los abusadores y violadores se pueden recuperar.
Este dato cualquier juez lo tiene que tomar, no puede ser que porque tuvo una buena conducta, que generalmente la tienen en la cárcel, a los seis o a los tres años, a la mitad de la condena, los dejen libres. Ésos van directo a abusar, además es una señal muy peligrosa para las víctimas”.
Con esta definición, Enrique Stola, psiquiatra y perito con ocho años de experiencia en el caso del cura Grassi, argumentó la necesidad de que en casos de abuso sexual infantil los denunciados esperen el juicio en la cárcel. El terapeuta sentó su postura en el marco del Segundo Congreso Internacional sobre Delitos contra la Integridad Sexual, organizado por el Consejo Provincial de la Mujer, que cerró el pasado sábado en la ciudad.
Aunque confesó no creer en la Justicia, se valió de un ejemplo hipotético de abuso sexual infantil que se judicializa, para poder marcar sus advertencias y recomendaciones frente a este flagelo.
“Supongamos que la víctima logra denunciar y esto pasa al Poder Judicial en el que dicen ‘vamos a dejar libre al abusador hasta que llegue el juicio’ ¿Qué va a pasar mientras tanto? ¿el denunciado va a seguir abusando? ¿Cuál es el mensaje a la víctima? Acá hay que privilegiar el derecho de niños y niñas, el acusado tiene que esperar el juicio encerrado porque esto va a permitir a otras posibles víctimas hablar y, además, si la víctima ve suelto al indiciado lo que va a sentir es que éste tiene un poder inmenso”, se indigna Stola.
“Hoy los hombres violentos pueden, con terapia, modificar conductas, pero no hay recuperación con los abusadores y los violadores, son compulsivos. ¿Qué hay que hacer con ellos? No lo sé, no tengo respuestas para ello, pero lo cierto es que no hay recuperación, entonces no puede venir un juez a largar a un abusador a los tres años porque es buena persona, no puede ser tan ignorante un juez”, subrayó el especialista.
Luego se refirió también al fallo que días atrás condenó a tres años en carácter condicional a un transportista escolar que abusó de una nena.
“¿Cómo una niña va a ser abordada sobre su cuerpo sin su permiso, con una intencionalidad sexual, y ello no va a tener consecuencias? Eso no se puede aceptar. No se puede aceptar que un tipo así sea juez”, afirmó.
“Hay muchos funcionarios que no actúan ajustados a derecho -agregó-, que entre el derecho del abusador, como el de este señor que fue liberado, y el derecho de niños y niñas, en vez de privilegiar el de estos últimos que por convención había que proteger, privilegian el derecho del abusador. Creo entonces que falta formación, educación”.
Revictimización
Finalmente, Stola le dedicó un espacio a lo que denominó “maltrato judicial y revictimización” de aquellas personas que han sufrido delitos contra la integridad sexual.
Entre “las muchas formas de presionar mal a las víctimas”, apuntó a los pedidos de repetición de Cámara Gesell, a la multiplicidad de pruebas que se requieren cuando se abren las vías civil y penal en vez de tomar la prueba para ambos procesos, o la aceptación de chicanas judiciales en lugar de privilegiar el derecho de niños y niñas.
“Lo que les produce a futuro a estos niños y niñas que son abusados, golpeados, maltratados y que van a una instancia judicial -en la que suponen que van a ser cuidados y son maltratados- es un descreimiento en las instituciones. El maltrato judicial golpea a ese psiquismo y a esos cuerpitos inmaduros y lo que va produciendo es un rechazo de estos futuros ciudadanos a las instituciones y esto es grave, es un aporte a la ruptura de la red social”, concluyó.
Castración química
– “El abusador lo que hace es ejercer el poder sobre las víctimas. El goce no está en penetrarlas sino en ejercer el poder, por eso no sirve eso de la castración química, es ‘verso”, afirmó Stola.
– “Lo podrán castrar químicamente, (el abusador) podrá no tener deseo, pero el goce va a estar en someter a la víctima y la va abusar con un dedo, con un palo, pero va a seguir abusando”, completó.