Una investigación científica advierte que las razones de esta tendencia pueden ser un aumento de los factores de riesgo, como la diabetes, la obesidad y el colesterol alto. Los ACV en población menor de 55 años pasaron de 13% a 19%.
Un nuevo estudio científico reveló que los accidentes cerebrovasculares están afectando a personas jóvenes. “Las razones de esta tendencia pueden ser un aumento de los factores de riesgo, como la diabetes, la obesidad y el colesterol alto”, según el autor del estudio, Brett Kissela, de la Universidad de Cincinnati (Estados Unidos), miembro de la Academia Americana de Neurología.
Kissela añadió que “otros factores, tales como la mejora del diagnóstico a través de un mayor uso de la resonancia magnética, también pueden estar contribuyendo. De todos modos, la tendencia al alza observada en nuestro estudio es de gran preocupación para la salud pública, debido a que los accidentes cerebrovasculares en personas jóvenes se traducen en un aumento del número de pacientes afectados por una discapacidad de por vida”.
Según se divulgó mediante la agencia de noticias Europa Press, los investigadores analizaron casos de accidentes cerebrovasculares en personas entre 20 y 54 años en el área metropolitana de Cincinnati durante tres períodos separados de un año de duración, entre julio de 1993 y junio de 1994, y entre 1999 y 2005.
La edad promedio en la que las personas sufrieron un accidente cerebrovascular se redujo de 71 años, en 1993 y 1994, a 69 años en 2005. Además, los investigadores observaron que los accidentes cerebrovasculares en personas menores de 55 años pasaron de 13 por ciento en 1993 a 19 por ciento en 2005.
Más control
“La buena noticia es que algunos de los posibles factores que contribuyen a estos accidentes cerebrovasculares se pueden modificar con cambios en el estilo de vida, como la dieta y el ejercicio”, concluyó Kissela.
Asimismo, añadió que “dado el aumento de los accidentes cerebrovasculares entre los menores de 55 años, los adultos jóvenes deberían acudir al médico regularmente para controlar su estado general de salud y su riesgo de accidente cerebrovascular y enfermedad cardiaca”.