El colegio profesional pide implementar una “evolución planificada” en materia territorial a largo plazo. Elevaron una propuesta a la Secretaría de Asuntos Municipales del Gobierno provincial.
El Colegio de Ingenieros Agrónomos de la Provincia (Ciapc) presentó al Gobierno de Córdoba un proyecto para minimizar los conflictos urbano-rurales que se generan a raíz del uso de agroquímicos, el avance de la frontera agrícola y el desorden territorial.
“Resulta evidente que la variedad de enfoques y tratamientos ha dado como resultado la sanción de ordenanzas municipales de diversos contenidos que, incluso más allá de la coincidencia o no respecto a los términos en los que se plantean (por ejemplo, las zonas de exclusión de aplicación de agroquímicos) terminan siendo anacrónicas sin una planificación de ordenamiento territorial a largo plazo”, señala el Ciapc en un comunicado tras elevar la iniciativa a la Secretaría de Asuntos Municipales de la Provincia.
El colegio plantea articular tareas con las diferentes reparticiones del poder público, universidades y demás organizaciones abocadas al tema, a fin de desarrollar una metodología que permita comenzar a instalar el concepto de “evolución planificada” en todos los municipios de la provincia.
El documento elaborado por los agrónomos propone encontrar una solución sustentable a la problemática que se da en las áreas periurbanas y, en ese sentido, hace un aporte para gestionar políticas públicas con la necesaria intervención de todos los actores, con eje en la producción y en la problemática global de dichas áreas.
“Se vienen desarrollando situaciones conflictivas en cuanto al uso y manejo del espacio periurbano. La frontera urbano-rural siempre, de una forma u otra, fue escenario de diferentes luchas de poder entre el crecimiento del área urbana y la necesidad de preservar el espacio rural”, advierten.
Asimismo, señala que dentro del mismo espacio rural también se producen tensiones en función de la forma de producción. “Con el avance de la frontera agrícola (llámese sojización o agriculturización) se produjo un cambio rotundo en el uso de esos espacios (periurbanos) convirtiéndose no ya en zonas productivas de alimentos frescos sino en productoras de commodities. Y con ello aparece la aplicación de productos fitosanitarios, como elemento disturbante y fuente de innumerables conflictos”, sostiene el Ciapc.
Además, advierten que la problemática señalada se acrecentará a medida que pase el tiempo y no se pueda encontrar soluciones.
“Es fundamental sentarnos en una misma mesa de discusión todos y cada uno de los actores involucrados, y a partir de ahí consensuar políticas públicas que permitan soluciones a largo plazo. Los ingenieros agrónomos, lejos de desentendernos del tema, realizamos nuestro aporte y nos comprometemos. Hoy está en manos del poder público la responsabilidad de la convocatoria”, concluyeron.