Este tipo de ataque puede prevenirse y tratarse de inmediato para evitar que queden secuelas. Especialistas detallan las señales de alerta y brindan consejos para reducir los factores de riesgo
La Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoce que 15 millones de personas sufren un Accidente Cerebrovascular (ACV) por año. De ésos, más de seis millones mueren,y el resto queda con una discapacidad permanente. En Argentina, son 126.000 casos por año. Ayer se conmemoró el Día Mundial del ACV una jornada para concientizar sobre la problemática, a fin de reducir su incidencia o lograr una detección temprana para minimizar sus secuelas. Aún falta conocimiento en la sociedad sobre esta patología para poder reducir su impacto.
Este tipo de ataques pueden prevenirse y tratarse, y es importante tener hábitos saludables. Ante la aparición síntomas se debe acudir al médico.
Se trata es una enfermedad de las arterias que llevan sangre al cerebro; un ACV ocurre cuando se obstruye una arteria cerebral con la consecuente falta de irrigación del cerebro o por la ruptura de una de esas arterias y sangrado cerebral.
Sin oxígeno y sangre, las neuronas mueren; dependiendo de la zona afectada y la rapidez con la se instaura tratamiento, los sobrevivientes a un ACV pueden tener alteraciones en la movilidad, el lenguaje, la visión o el pensamiento. Es una de las principales causas de discapacidad y mortalidad en el mundo con un gran impacto en pacientes, familiares y sistemas de salud.
“La gran mayoría de los pacientes tiene factores predisponentes o de riesgo que -al tratarse- disminuyen la chance de que tengan un ACV o un infarto cardíaco. Para prevenirlo es necesario evitar la hipertensión, manteniendo la presión arterial por debajo de 140/90, reducir el colesterol y el azúcar con controles periódicos con el médico de cabecera”, señaló Maia Gomez Schneider, especialista del Instituto de Neurología y Neurocirugía del Sanatorio de Los Arcos (Buenos Aires).
También sostuvo que es importante mantener un peso saludable, realizar ejercicio de manera moderada, por ejemplo, caminar 30 minutos por día, disminuye el riesgo de tener un ACV.
Otro consejo es una dieta rica en verduras, frutas y pescado con menor consumo de carnes rojas, embutidos y frituras; evitar el cigarrillo y un consumo moderado de alcohol.
Síntomas
Los síntomas en general aparecen de manera súbita; los más frecuentes son debilidad o falta de sensibilidad de la cara, brazo o pierna, especialmente de un solo lado.
También se manifiestan alteraciones del habla, ya sea por no comprender o no poder expresarse correctamente. Además, aparecen alteraciones visuales: de un ojo o los dos; alteraciones del equilibrio y la coordinación; cefálea muy intensa y súbita.
Ante la presencia de algún síntoma es importante llamar inmediatamente a la ambulancia o acudir rápidamente a un centro de salud especializado. Es importante consultar aun si los síntomas desaparecieron ya que el riesgo de volver a sufrirlos es muy alto en las primeras horas.