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Al ritmo del último hit musical de Camilo, Ropa cara, la fiscal Celsa Ramirez dirigió un operativo en Puerto Madero, donde se secuestraron más de dos mil prendas con marcas de lujo que habían sido falsificadas.
Se llamaba Importado Baires, realizaba su publicidad a través de la red social Instagram, en la que su cuenta llegó a superar cincuenta mil seguidores, e incluso contaba con la promoción de famosos. Se manejaba como un showroom en el que la publicidad se hacía enteramente por redes sociales, y para acceder al local era necesario solicitar una cita por mensaje privado, en la que se coordinaba una visita y se otorgaba la dirección exacta: Alicia Moreau de Justo al 700 en el barrio porteño de Puerto Madero.
Se comercializaba principalmente ropa y calzado de marcas como Balenciaga, Gucci, Versace, Dolce & Gabbana, Louis Vuitton, Chanel, Fendi, Moncler, Christian Dior, pero todo a un precio llamativamente inferior, lo que generó que los representantes de muchas de esas marcas en el país, presentaran denuncias.
Así, intervino la fiscal penal, contravencional y de faltas Ramírez, quien gracias a las tareas de ciberpatrullaje logró identificar la oficina donde se llevaba adelante la operación y pudo solicitar un allanamiento del lugar por infracción al artículo 289 del Código Penal que sanciona la falsificación de marcas.
El allanamiento estuvo a cargo de la División Defraudaciones y Estafas del Departamento de Delitos Económicos de la Policía de la Ciudad de Buenos Aires, en conjunto con la Dirección General de Coordinación Operativa del Ministerio de Justicia y Seguridad porteño. Del local -que fue clausurado- se secuestraron más de 2.200 productos entre bolsos, carteras, remeras, camisas, camperas y zapatillas.
Mientras tanto, la titular del comercio, una empresaria de 35 años de edad, fue demorada por la Policía de la Ciudad por no poseer habilitación para funcionar. Además, fue imputada por la infracción del artículo 289 del Código Penal.
En el mismo tono, a comienzos de febrero, la fiscal Ramírez ordenó allanar y clausurar otro local de ropa, llamado “D10”, por falsificación de marcas como Nike, Adidas, Ray Ban y Versace, con famosos que promocionaban sus productos en Instagram y posaban con la ropa en visitas a programas de televisión.
Durante 2020, cuando comenzó el apogeo de la venta online, se identificó mediante tareas de ciberpatrullaje, una cuenta de Facebook que comercializaba prendas de marcas de gran reconocimiento a un precio extrañamente menor, por lo que se encendió la alerta que derivó en el allanamiento en un depósito en el barrio porteño de Villa Celina, donde funcionaba un punto de venta de prendas falsificadas. También tenían máquinas de coser y un taller de serigrafía. La Policía de la Ciudad secuestró más de 4500 prendas valuadas en 5.000.000 de pesos.
Luego se allanó otra propiedad en la calle Olleros, en el partido bonaerense de Avellaneda.
En un solo departamento, los efectivos encontraron 2.093 remeras falsificadas de las marcas Adidas, Lacoste, Polo, Penguin y Tommy Hilfiger, 58 pantalones Adidas y 539 buzos Lacoste y Tommy Hilfiger, toda ropa adulterada, mientras que en otro inmueble se incautaron 103 remeras Adidas, 410 pantalones Adidas, 504 calzoncillos para hombre Tommy Hilfiger y 630 calzoncillos Calvin Klein. Además de secuestrar toda la ropa, se procedió a confiscar las tarjetas con logos.
El delito era obvio, una violación a la ley de marcas que debía ser investigada por la Justicia federal. El expediente llegó al Juzgado N°4 en Comodoro Py, a cargo de Ariel Lijo.
* Agente de la propiedad industrial ** Abogada
