Por María Elena Provensal (*)
Pasaron un centenar de días desde que entramos en cuarentena. Cien días es suficiente tiempo para que desarrollemos nuevos hábitos de consumo y nos adaptemos a esta nueva realidad, interina dicen algunos, novedosa y transitoria dicen otros. Yo digo “permanente”, en algunas cuestiones: sin duda hay cambios que vinieron para quedarse.
Si bien leemos en las noticias acerca de las grandes tendencias que afectan a las mayores compañías del mundo (Amazon, Zoom, Fedex), no terminamos de dimensionar cómo pasamos de la escala macroeconómica a nuestra realidad como emprendedores. Hoy veo cuatro tendencias que van más allá de la nueva normalidad, y que son apuestas más seguras, si existe tal cosa, para poner foco en vez de esperar a que comience una nueva normalidad.
- Tercerización de servicios: la vieja nueva normalidad
Desde las pymes o emprendimientos más chicos hasta las grandes corporaciones como Despegar han tenido que dejar ir a sus colaboradores de manera masiva porque su actividad se vio 100% frenada por la pandemia. Y si bien se venía de a poco una tendencia de alivianar las estructuras salariales y tener más flexibilidad al momento de contratar, como lo hacen países como Australia o Estados Unidos, nuestro país no tiene regulaciones en esta materia aún y el mundo de los freelancers está muy vinculado a la precarización laboral.
Esas modalidades modernas funcionan en países que tienen crecimientos económicos y economías estables. De todas maneras hay ciertos cambios a los que no tiene sentido resistirse y la modalidad de contratación por hora o trabajo independiente cada vez va a crecer más. Una persona puede adquirir habilidades mucho más rápido que lo que una empresa puede cambiar su cultura de trabajo, por ende van a ser cada vez más las oportunidades de trabajar para diferentes empresas prestando nuestros servicios y asistiendo a las mismas a crecer y responder a la demanda.
- Trabajo remoto: todo un universo de oportunidades
Ya sea que trabajes para una empresa en relación de dependencia o te hayas adaptado a la tendencia freelance, vas a trabajar desde tu casa la mayoría del tiempo, más si sos freelancer. Podrás alquilar un coworking, cuando volvamos a la “normalidad”, pero también te van a dar ganas de quedarte en tu casa algunos días a la semana, te vas a cansar de conmutar, y vas a querer ahorrar en costos fijos. Eso sí, si tenés niños pequeños en tu casa vas a pensarlo dos veces, o aumentar tu productividad cuando estén en el cole o jardín, de nuevo, cuando volvamos a la “normalidad”. Mientras tanto… a hacer malabares. Pero la realidad es que las empresas van a dejar de tener grandes infraestructuras para alojar colaboradores, o las van a tener para cuestiones puntuales y los encuentros van a ser cada vez menos frecuentes.
- Microinfluencers y cursos online: no existe la suerte
“¿Quién quiere ser Influencer?” es el nuevo “¿quién quiere ser millonario?”. Todos con un smartphone desde casa y una cuenta en Instagram podemos empezar a hablar y compartir nuestro conocimiento y opiniones al respecto de alguna temática. Pero, cuidado, llegar a ser influencer es un largo camino, como todo emprendimiento, y así como el tamaño de los chips de celular, tenemos los nanoinfluencers (todos los que tengan alrededor de mil seguidores), luego vienen los micro influencers entre 10.000 y 100.000 seguidores y por último los Influencers posta con más de 100.000 seguidores a los que Instagram les da ese lujoso loguito azul de cuenta verificada.
Si bien no todos lo hacen por el dinero y la fama, a partir de la cuarentena muchas personas decidieron empezar a compartir en redes conocimientos y experiencias con el ánimo de ayudar a otros y aportar su granito de arena durante la pandemia. Y esto puede ser el primer paso para algunos, pero la realidad es que aquellos nano influencers que logran alcanzar los seis o siete dígitos de seguidores son los que perseveran. El gran secreto es publicar todos los días, en diferentes horarios, agregar mucho valor y de vez en cuando vender, el truco está en fidelizar a tu audiencia y vender cada vez más.
- Gastronomía + delivery: adaptarse o morir
Por último, el mundo gastronómico, la panacea de los márgenes, si los costos fijos lo permiten. Acá entra a jugar el delivery, propio, si queres tener rentabilidad razonable. Las plataformas de delivery (Rappi, Glovo, Pedidosya) resuelven un gran problema: la comercialización, pero como toda gran solución viene a un gran costo, 35% de cada pedido se lo llevan estas plataformas, y los locales se quejan pero no ven mejor alternativa. Si lograste fidelizar a una audiencia y tenés clientes recurrentes mejor hacelo por tu cuenta. Ahora si necesitas renovar tu público estas atado a las plataformas, quizás quieras revisar tu propuesta de valor y tu modelo de negocios.
(*) Entrenadora de emprendedores. Embajadora de ASEA para Córdoba, Directora Ejecutiva de la Fundación Global Shapers Córdoba y delegada de la red WeAmericas para mujeres emprendedoras en América Latina