Docentes, autoridades y estudiantes participan de un intenso debate político.
La Escuela Superior de Comercio Manuel Belgrano se animó a reabrir un debate histórico para la institución, que resulta de interés público para los cordobeses. La comunidad educativa debate dos proyectos que apuntan a transformar el sistema de ingreso. Si bien ambos comparten la esencia de garantizar igualdad de oportunidades, apostando siempre a la excelencia académica, se distancian en el mecanismo de selección de aspirantes. Comercio y Justicia dialogó con la regente María Eugenia Mera y con la docente Paula Schargorodsky, representantes de las principales posturas opuestas, para dilucidar los distintos factores que atraviesan la opción del sorteo y la del orden de mérito. Sus reflexiones en torno a los puntos clave para pensar el sistema de ingreso que se viene.
Nivelación, examen cualitativo y sorteo de vacantes
Lic. Paula Schargorodsky (docente)
Los motivos
Los proyectos de modificación de la forma de ingreso a la escuela surgen de un proceso de revisión institucional que se inicia en 2008. Entendimos que el modo de ingreso con examen único, a partir del cual se establece una jerarquía en función de una escala numérica (orden meritocrático), podía ser transformado para generar desde la escuela una propuesta suficiente para “nivelar o acercar los puntos de partida” de alumnos con trayectorias y biografías escolares diversas. Decimos ‘suficiente’ en términos de que los aspirantes no necesiten prepararse en una academia o maestra particular.
Para ello proponemos cuestiones claves: que el curso tenga una duración de al menos cinco meses (el actual tiene 10 días); que haya más de una instancia de evaluación y que se evalúe de modo cualitativo (aprobado y no aprobado); que se incorporen las estrategias de estudio como una forma de aproximar a los alumnos a la metodología de trabajo de nuestra escuela; que se realice un sorteo de vacantes a cubrir, posterior a la evaluación, entre aquellos que alcanzaron los objetivos.
Igualdad y calidad
Creemos que tendemos a generar mayor igualdad al ofrecer una propuesta de mayor duración, con otra metodología de trabajo de los contenidos y con una modalidad de evaluación cualitativa que supere el examen único y la selección meritocrática. La calidad está dada en la medida en que la escuela genera una propuesta que recoge su particular modo de trabajo pedagógico y lo pone a disposición de los aspirantes.
Condiciones para el cambio
Habrá que hacer ajustes y sobre todo necesitaremos recursos. No obstante, tenemos condiciones propicias ya que contamos con equipos docentes, con departamento psicopedagógico, de trabajo social, de salud, con un número importante de preceptores, infraestructura y equipamiento.
Sorteo y deserción escolar
El sorteo que proponemos no elimina la instancia de nivelación ni la necesidad de aprobar un mínimo de evaluaciones. No lo asociamos de manera directa con la deserción, que en nuestra escuela se encuentra asociada a distintos factores. Hoy ya trabajamos con el desafío de la diversidad que tienen nuestros alumnos seleccionados con un examen. Esto no exime de planificar cómo acompañaremos a los ingresantes en el cambio que implica estudiar en esta escuela, articulando el curso de ingreso con las propuestas didácticas de los primeros años.
Financiamiento
El proyecto debe ser financiado con el presupuesto universitario que corresponde a nuestra escuela, que depende del rectorado por medio de la Secretaría de Asuntos Académicos. Para ello se prevé que se hagan todas las gestiones necesarias para contar con ese presupuesto.
Retribución o arancel
No acordamos con ningún tipo de arancel, sin embargo éste, para el ingreso, existe en la escuela desde siempre. Proponemos la implementación de un sistema de becas totales y parciales.
Nivelación, examen integrador y orden de mérito
Prof. María Eugenia Mera (regente)
Los motivos
El objetivo es presentar una oferta que permita otorgar igualdad de oportunidades a todos aquellos niños que aspiren a ser alumnos de nuestra escuela. Nos lo hemos propuesto a partir de la evaluación de los impactos sociales y educativos del sistema de ingreso vigente y refleja el trabajo de una comisión de docentes que, al haber participado reiteradamente en la experiencia de evaluar ingresantes, empezó a observar que un examen, materializado en un cursillo nivelatorio de dos semanas, dejaba el resultado demasiado supeditado a las posibilidades individuales de preparación y a la templanza con la cual esos niños enfrentaban la instancia de una evaluación única.
Igualdad y calidad
El proyecto elevado en 2009 a la Secretaría de Asuntos Académicos de la UNC es posible de ser implementado. La calidad en educación no se trata de estándares a alcanzar sino de la accesibilidad y significación de las experiencias. Poder asistir varios meses al cursillo nivelatorio con el objetivo de reafirmar capacidades para aspirar al ingreso a nuestra escuela será un “bien” adquirido que tendrá un valor formativo intrínseco, más allá del resultado. La igualdad es “de condiciones” pues se evaluará progresivamente el proceso de un sujeto que inicia una trayectoria escolar.
Condiciones para el cambio
Estamos ante una organización escolar compleja por su amplitud, su diversidad de intereses y criterios. Los cambios producen inestabilidad, movimiento. Está en la habilidad de quienes gestionamos la escuela aprovecharlo para generar reflexión, transformación y acuerdos. También está en la gradualidad con que se implementen.
Sorteo y deserción escolar
Existió una etapa en la que el ingreso fue dirimido por sorteo y la experiencia no fue buena. De esa época tenemos el récord del porcentaje mínimo de egreso. Pero el sorteo no implica necesariamente deserción. Sí requeriría pensar en una población estudiantil diversa en cuanto a sus trayectorias sociales, culturales y educativas que nos llevarían a repensar la propuesta académica y las aspiraciones en cuanto al perfil de egresado. El dilema es cómo seleccionar. No podemos dejar librado al azar el cierre de un proceso formativo que apunta a estimular el estudio, porque en este caso no nos estaríamos haciendo cargo del criterio de justicia para seleccionar los 256 ingresantes.
Financiamiento
Los recursos son siempre escasos en materia educativa. Las escuelas en general estamos mal acostumbradas a innovar, a generar experiencias siempre con lo menos posible. Lo ideal sería que su financiamiento esté 100% garantizado.
Retribución o arancel
La convicción de la gratuidad del servicio educativo de gestión pública es una bandera que levantamos. No se propone arancelar el servicio. Planteamos que cuando los recursos son escasos y con el acompañamiento de la UNC, se pueda aplicar una tasa para solventar costos, con posibilidad de acceder a becas totales o parciales.