A la hora de analizar las negociaciones de este año, es preciso conocer el mapa de las remuneraciones formales en el país.
En 2012 será clave seguir el nivel de incremento salarial determinado en las paritarias, así como las subas de precios en aquellos mercados más concentrados, para conocer si efectivamente puede esperarse un descenso en la inflación a lo largo de los próximos 12 meses, un objetivo al que aludió expresamente la presidenta Cristina Fernández cuando adelantó en la última convención de la Unión Industrial Argentina (UIA) que sería necesario trabajar en la “sintonía fina” de algunas cuestiones, entre las cuales mencionó a la inflación.
Pero al momento de analizar los incrementos salariales que se ofrecerán, reclamarán y finalmente se otorgarán en 2012 será muy importante tener en cuenta también la enorme disparidad salarial existente en el país, por diversas razones. Se impone este análisis porque, como ocurrió en muchas ocasiones en los últimos años, las subas porcentuales muy elevadas en algunos sectores se debieron al enorme retraso que mostraban las remuneraciones, o viceversa.
Según un análisis de Sel Consultores, conducida por Ernesto Kritz, a mediados del año pasado el salario mensual neto del empleo privado formal en Argentina era, en promedio, de 5.000 pesos. De todas maneras, se advierten disparidades muy marcadas entre distintos sectores de actividad, que van desde un sueldo máximo de 17.600 pesos para los trabajadores de Minas y Canteras hasta un mínimo de 2.700 pesos en el sector de Agricultura y Ganadería. Es decir, existen diferencias de hasta 550% entre los salarios de los diferentes sectores de actividad en el país.
Las muy bajas remuneraciones en el sector agropecuario sorprenden cuando se tiene en cuenta que se trata de uno de los sectores más dinámicos de la economía nacional, con mayor incorporación de tecnología y uno de los que más se ha beneficiado en los últimos años con el incremento del precio internacional de las commodities.
Seguramente influye el alto nivel de empleo “en negro” y el bajo porcentaje de sindicalización de los trabajadores del sector. De allí la importante alianza fáctica establecida desde hace años entre la Unión Argentina de Trabajadores Rurales y Estibadores (Uatre) y las cámaras empresariales agropecuarias, que recibió un golpe importante días atrás, cuando se sancionó en el Congreso un nuevo Estatuto del Peón Rural.
De hecho, de acuerdo con el análisis de Sel Consultores, las disparidades salariales existentes en el país pueden explicarse por tres factores: las diferencias de productividad entre distintos sectores de la economía nacional; la capacidad de negociación y movilización sindical; y el nivel de formalización del mercado laboral. La consultora destaca, justamente, que “es significativo que los sectores con mayor informalidad (comercio, construcción, agropecuario, servicios personales) tengan salarios por debajo del promedio” nacional.
Esto obliga a analizar con más cautela los incrementos porcentuales que se otorgan en cada sector, pues lo que puede resultar poco para algunos –en función de su alta remuneración- puede ser mucho para otros. Si se considera un solo porcentaje para todos, sin analizar el contexto de cada aumento y la situación de cada sector, los incrementos en términos absolutos pueden ser muy significativos. Por ejemplo, los trabajadores mineros recibieron un aumento interanual a mediados de 2011 del orden de 5.000 pesos, equivalentes a 2,7 salarios mínimos vigentes en ese momento, mientras los trabajadores del sector agropecuario no llegaron a una suba de 650 pesos, o sea 0,4 salarios mínimos. “La diferencia es casi de ocho veces” entre uno y otro incremento, destacó la consultora.
El fuerte aumento nominal y real de las remuneraciones tiene como contracara un incremento aún mayor de los costos laborales, que incluyen también las contribuciones y aportes a la seguridad social. “El crecimiento interanual (del costo laboral) fue, en promedio, de casi 1.700 pesos, esto es 42% más que el alza de la remuneración neta media” (1.189 pesos), estimó la consultora.