Dante Sica, director de la consultora Abeceb.com
Para todos los sectores, la foto y la película de la economía local siempre son importantes y complementarias y, en ese sentido, algunas variables sobresalen sobre el resto: inflación, tipo de cambio, inversiones y uso de la capacidad instalada en la industria, entre otras. En diálogo con Comercio y Justicia, el economista Dante Sica, titular de Abeceb.com, consideró que el actual precio del dólar “no es tan malo” para el sector manufacturero local, pero que sí es peligroso que la lenta devaluación del peso sea mucho menor que el ritmo inflacionario. El consultor alertó además que la ausencia de inversiones en algunos sectores que ya están al límite de utilización de su potencial productivo podría generar subas de precios en los próximos meses.
– ¿Cómo ve el segundo semestre, después de una primera mitad con crecimiento industrial y del consumo?
– Da la sensación de que 2010 ya está jugado y vamos a tener un segundo semestre en que las pautas de crecimiento se van a mantener, aunque seguramente los indicadores de todos los sectores van a tener una tasa de expansión menor que la de la primera mitad. Hay que recordar que entre enero y junio estuvimos comparando contra el primer semestre de 2009, que fue muy malo.
Pero, de todas maneras, un dato importante es que ya empiezan a notarse signos en algunos sectores de la industria de estar llegando a altos niveles de uso de la capacidad instalada. También el segundo semestre va a estar muy marcado por la expansión del consumo, porque hay que acordarse de que el impacto de los aumentos salariales se dará en estos meses del año. Y quizás la preocupación más clara de corto plazo tenga que ver con el proceso inflacionario. Da la sensación de que es difícil o poco sustentable a corto plazo un crecimiento de la economía con una inflación en el nivel en que lo estamos apreciando ahora.
– ¿Qué puede pasar en los próximos meses con el nivel de inflación?
– Ya tenemos un piso inflacionario que, más o menos, va estar entre 21% o 22% para el año. En el primer trimestre fue muy fuerte el impacto en Alimentos, en especial en la carne, aunque da la sensación de que en el segundo semestre se atenuará. De todas maneras, hay que ver el comportamiento en esta segunda mitad, por los aumentos salariales del sector alimentario.
Lo que pasa es que hay un fuerte problema de expectativas. Al no haber un marco de referencia confiable, la población fija su propia tasa de inflación en función de su canasta de consumo y, además, por lo general es el rubro Alimentos el que fija la expectativas. Hoy éstas son mucho más altas que la inflación real.
De todos modos, hay también condiciones objetivas para saber cómo pueden seguir los precios. En la medida en que el Gobierno siga manteniendo una expansión tan fuerte del consumo, con una oferta que no avanza a la misma velocidad, vamos a empezar a advertir una presión de precios. Que no va a ser uniforme, pues habrá sectores en que la presión será alta y otros que tienen capacidad para responder con oferta.
– En ese sentido ¿cómo observa el nivel de inversión en lo que va de 2010 y cómo prevé su evolución próxima?
– La primera buena noticia es que la inversión se recupera, dado que tuvimos un 2009 muy malo. De todas maneras, también es cierto que la inversión productiva no tiene el impulso que tuvo en el ciclo anterior. Todavía hoy, cuando uno mira y visita las empresas, toda la inversión que se realiza es para estirar la capacidad instalada actual. Hay poco incremento en capacidades tecnológicas que mejoren la capacidad actual o hay poco aumento en la compra de nuevas maquinarias, en especial en sectores que ya están trabajando a muy alta capacidad. Da la sensación de que allí, en esos rubros, en la medida en que tengamos un consumo creciendo a las tasas actuales, con una capacidad instalada que no reacciona tan fuertemente, vamos a tener alguna presión sobre precios.
– ¿Por qué no terminan de destrabarse las inversiones?
– Hay varios factores: algunos estructurales de la economía, como los problemas de financiamiento; y hay otros factores institucionales que hacen a la incertidumbre propia del ciclo económico, sumada a la incertidumbre del ciclo político. El grueso de la inversión se realiza con capital propio, entonces el empresario no se decide a arriesgar su capital. En la medida en que lo político comience a clarificarse, quizás eso también sea una señal positiva. Ahora, si la perspectiva de incertidumbre electoral llega hasta casi iniciado agosto 2011 -cuando son las elecciones primarias-, la mayoría de las empresas va a optar por esperar que se decida el ciclo y ver quién de alguna manera genera las reglas del juego a partir de 2012, para tomar decisiones de inversión. Lamentablemente, el problema es que hay sectores en los cuales hay que tomar decisiones ahora, para aumentar la capacidad instalada en 2012.
– ¿Cómo evalúa el actual nivel del tipo de cambio?
– Hoy la foto del tipo de cambio todavía no es mala, porque no sólo hay que mirar la relación peso-dólar sino también qué pasa con el real y qué pasa con la soja. Lo que pasa es que la película no es buena. En la medida en que sigamos teniendo una devaluación promedio de 10% anual con una inflación de 20%, lo que estamos viendo es que hay una apreciación del tipo de cambio, a pesar de que el Gobierno diga sostener una política de tipo de cambio competitivo.