domingo 22, diciembre 2024
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Comercio y Justicia 85 años

Las marcas, la realeza y los royal warrants

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Por Sergio Castelli * y Paula Heredia **, exclusivo para COMERCIO Y JUSTICIA
Por Sergio Castelli * y Paula Heredia **, exclusivo para COMERCIO Y JUSTICIA

Sólo unos días más tarde de conocer la noticia de la muerte de quien fue la monarca del Reino Unido durante 70 años y con todo el mundo aún conmocionado, ya se están empezando a ver algunas de las consecuencias que tendrá en la sociedad este cambio de reinado.

Es que las marcas no se alejan del mundo real y es así como, por ejemplo, Heinz, junto con cientos de otras marcas que cuentan con una royal warrant, tendrán que cambiar su empaque tras la muerte de la reina Isabel II.

La royal warrant es un documento que designa empresas con capacidad comercial para la Casa Real y les permite usar el escudo de armas real en productos y marketing. A modo de referencia, el escudo de armas actual muestra el león de Inglaterra, el unicornio de Escocia y un escudo dividido en cuatro cuartos, que va acompañado de las palabras “por designación de Su Majestad la Reina”.

Las empresas que vuelvan a solicitar la royal warrant deben demostrar que suministran productos o servicios de manera regular y continua a las casas reales durante no menos de cinco años de los últimos siete. Cada año se otorgan alrededor de 30 royal warrants y se retira el mismo número. Actualmente, hay alrededor de 875.

Son una gran muestra representativa del comercio y la industria, desde artesanos individuales hasta multinacionales globales, desde tintorerías hasta pescaderías, y desde maquinaria agrícola hasta software de computadora. No se exige que la empresa en cuestión sea de propiedad británica o tenga su sede en el Reino Unido. Las firmas de garantía no proporcionan sus bienes o servicios de forma gratuita a las casas reales, y todas las transacciones se realizan sobre una base estrictamente comercial.

Una autorización real se otorga inicialmente por hasta cinco años a una persona designada en una empresa, conocida como el “concesionario”. Se envía al beneficiario un documento oficial de exhibición de autorización real que proporciona evidencia de la autoridad para usar las armas reales.

La concesión de una orden real otorga al titular de la orden nada más que el derecho a exhibir las armas reales y no tiene derecho a reclamar ni implica exclusividad alguna en el suministro. Cuando una empresa exhiba las armas reales en relación con su negocio, el escudo deberá ir siempre acompañado de la leyenda. Esta leyenda proporciona los detalles de qué miembro de la familia real ha otorgado la autorización real, el nombre de la empresa, la naturaleza de los bienes o servicios que se les proporcionan y la dirección de la sede social de la empresa.

Todos los royal warrant son revisados por el Comité de Warrants de la Casa Real en el año anterior a su vencimiento. 

Los títulos no podrán renovarse si la calidad o suministro del producto o servicio es insuficiente, en lo que respecta a la casa real correspondiente. Un warrant puede cancelarse en cualquier momento y se revisa automáticamente si el beneficiario fallece o deja el negocio, o si la empresa quiebra o se vende. 

En el presente, la casa real deberá revisar las diferentes concesiones vigentes para decidir si se mantienen las cédulas aprobadas previamente, las que, además, deberán cumplir ciertos requisitos relacionados con el medio ambiente y la sostenibilidad. 

Además, un dato no menor, los solicitantes que sean aprobados podrán cambiar el diseño del sello oficial si el propio escudo de armas fuese cambiado en un futuro por el sucesor Carlos III.

Es que, sin dudas, frente al deceso de la reina, múltiples compañías se han visto afectadas, un aproximado de 100 empresas de alimentación y bebidas, así como de otras de categorías como productos de limpieza y salud y belleza, deberán solicitar a Carlos III que les otorgue el royal warrant of appointment. Eso sí, la normativa dice que las marcas, independientemente de si solicitan o no que se les conceda este honor, tienen derecho a seguir utilizando el escudo durante dos años. Por lo tanto, es probable que muchas marcas decidan conservarlo en sus envases hasta que les concedan la nueva distinción, ya en nombre del rey y no en el de la reina. 

* Agente de la propiedad industrial. ** Abogada

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