Por Alejandra Perinetti
Según indicaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la leche materna es el alimento ideal para los niños pequeños y no tiene sustituto debido a que aporta los nutrientes específicos que se requieren para el crecimiento y desarrollo saludable. Por este motivo, recomienda la lactancia materna exclusiva durante los primeros seis meses de vida del niño.
Amamantar a un niño/a va mucho más allá de transmitir los nutrientes necesarios para garantizar un desarrollo madurativo desde el punto de vista meramente evolutivo. Como es sabido, el ser humano es una de las especies más indefensas al momento de nacer y la dependencia del adulto es absoluta. Una vez que el bebé está fuera del vientre de su madre, va a requerir de la contención, protección y lactancia para poder sobrevivir.
Ese vínculo que se crea entre la madre y el bebé durante los primeros meses de vida son fundamentales para consolidar el apego que brinde al niño la seguridad y las herramientas emocionales que le permitan un buen desarrollo a futuro.
En las primeras etapas de la lactancia se ponen en juego todos los sentidos del niño/a con su madre. La mirada, el tacto, la oralidad y la escucha vehiculizan el diálogo madre-hijo y el contacto con el exterior, que favorecen el desarrollo emocional y afectivo de los niños/as. El encuentro corporal que el bebé experimenta con la madre es el primer contacto del niño con el mundo externo y la comunicación que el lactante recibe mediante la piel materna es de vital importancia.
Si bien en la legislación argentina se consideran horarios específicos de lactancia en el marco de las licencias por maternidad, aún tiene deudas pendientes, en tanto no habilita la posibilidad de garantizar una mayor permanencia de la madre con su hijo recién nacido. Cuando la reinserción laboral de la madre debe ser a una temprana edad del niño (no más de 2 meses según lo establece la ley), las posibilidades de sostener el amamantamiento se reducen considerablemente.
Impacto en números
Según el último estudio Situación de la Lactancia Materna en Argentina, que data de 2011, 60% de los bebés de 2 meses de edad recibe lactancia materna exclusiva, mientras que el porcentaje se reduce a apenas 30% para los de 6 meses de edad. Este dato constituye un claro indicador de que aún queda mucho por hacer en esta materia, así como también de que la labor de apoyo y acompañamiento a las mamás y sus familias está más vigente que nunca y nos convoca a diario.
En este sentido, para Aldeas Infantiles SOS la promoción de la lactancia materna es un eje central de trabajo con las familias. En nuestra línea de servicio Fortalecimiento Familiar y Desarrollo Comunitario trabajamos para fortalecer las capacidades de cuidado de las familias promoviendo pautas de crianza positiva que contribuyan al desarrollo integral de la primera infancia.
Estamos convencidos de que para promover la lactancia materna es imprescindible garantizar el acceso a la información y desarrollar capacidades de apoyo del entorno familiar y social de las mujeres; garantizar el acceso a un sistema de salud que brinde una atención integral de calidad a la madre y al niño, en la cual la prevención y la promoción de la lactancia sean ejes centrales de trabajo y cuente con legislaciones que acompañen estos procesos. Por todo ello, nos sumamos a la convocatoria de Naciones Unidas sobre la Semana Mundial de la Lactancia materna que se celebra la semana que viene.