viernes 22, noviembre 2024
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Comercio y Justicia 85 años

La tecnología blockchain frente al dualismo amigo/enemigo

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Por Jorge Fabián
Villalba (*)

Se viven días agitados, no sólo en Argentina sino en Latinoamérica. La palabra inflación es parte del vocabulario cotidiano y quizás se repita mucho más en un hogar que otras como “gracias”, “te quiero”, “te felicito”.

Es así que, frente al desorden y la falta de rumbo en una sociedad, toda propuesta es posible a priori, por más inconsistente que sea.

La tecnología blockchain ha tomado mayor protagonismo los últimos días y conformado la cartera de acciones reales y concretas para resolver problemas identificados que se saben que están pero pocos se animan a tratar y resolver.

La cuestión de los planes sociales

La consideración positiva sobre la implementación de esta tecnología se puso en evidencia en un proyecto ventilado esta semana para aplicar blockchain en la distribución de planes sociales que realiza el Estado argentino.

La propuesta puso foco en combatir la tan denunciada corrupción que -en teoría- circunda aquéllos, comenzando por suprimir los intermediarios innecesarios, quienes serían actores claves en un proceso de distribución de aparente ilegalidad.

Es decir, la trazabilidad aportaría una solución precisa e inmediata para combatir una mecánica prima facie ilegal, según advierte el autor de la idea y del proyecto para combatir la famosa “ruta de los planes sociales”.

Independientemente de la bandera política que pueda tener el proponente (hago esta advertencia porque en una sociedad de amigos/enemigos parece que toda manifestación constructiva es recibida con un sesgo ideológico autodeterminado y extrínsecamente asignado por el interlocutor), la idea es sumamente poderosa y contribuye al principio republicano, por cuanto la sociedad tiene derecho a saber, auditar y cuestionar.

El mismo legislador propuso un proyecto de ley para que las compras y contrataciones del Estado se realicen a través de blockchain; por lo tanto, vemos que el movimiento de clamor por tecnologías descentralizadas y transparente, va en serio.

Rescato una parábola pedagógica utilizada a la hora de explicar esta cuestión:

aplicar blockchain es como si se tratara de un trabajo hecho en Google Docs, documentos a los que muchas personas pueden acceder para poder introducirles cambios. El programa lleva un listado de todos los cambios que se le hicieron al documento y quién los hizo. Esta rudimentaria idea para una docencia básica pone en evidencia el principio de descentralización y transparencia, ya que nada puede funcionar a las sombras; y corromper el sistema implica alterar cada una de las anotaciones de cada uno de los que integran el documento con facultades de edición -siguiendo con el ejercicio pedagógico-.

Vemos entonces un uso positivo en el que la tecnología se presenta como amiga para ordenar a los enemigos.

El rechazo rotundo al ecosistema blockchain

Simultáneamente, podemos abordar la cuestión desde el “lado B”, reflexionando sobre las ideas expuestas por el profesor Jorge Stolfi, catedrático de Ciencias de la Computación de la Universidad de Campinas (Unicamp; São Paulo, Brasil), quien envió una carta al Congreso de EEUU en la que advirtió de los riesgos de confiar “ciegamente” en las criptomonedas.

Hasta aquí compartimos las ideas de que el tema criptomonedas merece una cadena de alertas para el usuario.

Pero el profesor Stolfi fue más allá aún: sostuvo que la tecnología blockchain (incluyendo los contratos inteligentes) son un fraude tecnológico. Recomiendo en este punto la nota al respecto realizada por Jordi Pérez Colomé para El País.

Esta línea de pensamiento propone instar a adoptar un enfoque crítico y escéptico, evitando afirmar en la industria cripto, que estamos realmente frente a una tecnología innovadora.

Este lado B refiere la existencia de trampas especialmente puestas por los creadores de tecnologías para que el usuario invierta su dinero, en las cuales, pese a poder ver toda la información, la gente invierte en algo que no sabe qué es pero se siente atraída a hacerlo.

Éste sería el discurso negativo para el vector criptoeconómico. El contrapunto fuerte se produce al sostener que toda la tecnología blockchain se presenta como una gran trampa, de artilugios diversos y mismas presas.

Sólo la formación y capacitación correcta permite entender realmente cómo funcionan las cosas, su “ser” y “deber ser”. Por eso considero noble e importante que aquellos que tenemos la suerte de poder ver desde dentro la dinámica de estos procesos, podamos mostrar siempre los lados A y B que expone La Academia.


(*) Escribano titular del registro 706. Director de la Sala Blockchain e Inteligencia Artificial y de su Revista Indexada, de la Universidad Católica de Córdoba. Experto en tecnología blockchain aplicada

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