Están siendo clave los financiamientos estatal -vía Fondo del Bicentenario-, bancario y mediante el mercado de capitales.
Pese a la incertidumbre electoral –que quedó un poco más relegada a partir de las primarias-, de la persistente devaluación del real desde finales de julio y de la profundización de la crisis en la Unión Europea y los Estados Unidos, durante agosto se alcanzó un nuevo récord en lo que respecta a inversión bruta mensual medida en dólares. De acuerdo con el relevamiento realizado por la consultora de Orlando Ferreres, en el mes pasado se invirtieron más de 8.000 millones de dólares en el país.
Según el índice de Orlando Ferreres que releva la Inversión Bruta Interna Mensual (IBIM) –uno de los más consultados por empresarios, economistas y analistas privados- en agosto de este año se invirtieron 8.099 millones de dólares en el país. Frente a ello, la consultora destacó que los desembolsos medidos en la moneda norteamericana alcanzaron el mes pasado “un nivel récord”.
Ello implicó que la inversión representara 24,1% del Producto Interno Bruto, una cifra que ya había sido alcanzada en anteriores oportunidades tras la última crisis internacional –incluso se llegó a un pico del 25%-, pero que no por ello deja de ser importante.
La inversión en maquinaria y equipo siguió siendo el rubro de mayor crecimiento, expandiéndose en agosto 36,3% en términos interanuales. “Esta suba fue explicada principalmente por el dinamismo de la inversión en equipo importado, que creció 44,8% anual, incremento estimulado fundamentalmente por la apreciación real del tipo de cambio”, señaló el informe de Ferreres. Por su parte, la inversión en equipo nacional aumentó 21,2%. La inversión en construcción, por su parte, registró en agosto una suba de 4,7%.
En lo que va del año, la inversión tiene un crecimiento interanual acumulado del 15,6%. “Las importaciones de maquinaria y equipo volvieron a acelerarse a pesar de la implementación de las Licencias No Automáticas (LNA) y de la constante fuga de capitales que deteriora el ahorro interno”, comentó la consultora.
De hecho, dado que las compras externas continúan liderando el actual proceso de inversión, puede también advertirse allí uno de los elementos que deteriora el superávit comercial. El saldo de la balanza se ubicó en 640 millones de dólares en agosto, 39% por debajo de lo registrado en el mismo mes de 2010. En términos acumulados, el resultado del intercambio con el resto del mundo alcanzó 7.098 millones de dólares, 23% menor que la cifra correspondiente al período enero-agosto del año pasado.
Otra situación
A lo largo de 2010, en el marco de recuperación que vivió la economía nacional tras sufrir el impacto de la crisis de las subprimes, quedó evidenciada la necesidad de mayores inversiones por parte del sector privado para hacer frente a la demanda agregada. Varios sectores industriales trabajaban al tope de su capacidad instalada –el promedio llegó a ubicarse en 82%, en los hechos un límite productivo- y era preciso incrementar el potencial.
De todas maneras, el debate era sobre con qué herramientas apoyar al sector productivo para que efectuara las inversiones necesarias. Y allí están siendo clave al menos cuatro elementos.
Por un lado, el Programa de Financiamiento Productivo del Bicentenario lanzado por el Ejecutivo nacional, que ofrece créditos a 9,9% de tasa fija anual en pesos, pagaderos en cinco años y con uno de gracia.
Este programa lleva ya aprobados 269 proyectos productivos por un monto total de 5.457 de pesos. Las empresas beneficiadas corresponden a todos los sectores productivos y a todas las regiones del país y más de 60% de éstas son pymes. El rubro más dinámico en la demanda de financiamiento productivo fue el automotor- para el que se otorgaron préstamos por 1.015 millones de pesos-, pero también se apalancó los sectores farmacéutico, avícola, logística, de autopartes; de electrodomésticos y electrónica para el hogar, de carne porcina; de biocombustibles; al comercio; de alimentos y bebidas; neumáticos y textil.
Otros elementos clave fueron el incremento del financiamiento bancario a las empresas y la consolidación del mercado de capitales en el país: los préstamos de los bancos están creciendo a casi 50% interanual -muy por encima de la inflación, con líneas que llegan a subas de 73%- y el fondeo mediante el mercado de capitales muestra alzas del orden de 37% en el país.
Las últimas cuestiones que explican los niveles de inversión son de naturaleza diferente de los anteriores. Por un lado, la apreciación del tipo de cambio genera mejores condiciones para una mayor demanda de equipos, sobre todo importados. Por el otro, el costo relativo del factor trabajo se incrementó con respecto al del factor capital y eso lleva a invertir más en equipamientos.